RAÚL FERNÁNDEZ RIVERO es desde muy joven un luchador democrático, expreso político cubano, radicado y enraizado en Venezuela hace décadas. Él sigue milimétricamente lo que ocurre en su patria de origen, por lo que sus opiniones son fundadas, actuales y muy orientadoras para entender qué ocurre y lo que puede venir.
«Pensar que San Isidro está acabado es un error».
«Este es un momento de cambio generacional que favorece la efervescencia. El problema de Cuba se resuelve en Cuba».
Entrevista de Macky Arenas
_ Se cumple un año de los sucesos del 11J, ¿qué perspectiva y significación tienen para el futuro de la nación?
_ A una situación que se repite, se crean soluciones similares. La posibilidad de que haya otro 11J es alta. Con una particularidad, la respuesta del régimen, aún con lo mal que le salió a Díaz-Canel llamar “al combate” y sacar a la calle a muchachitos con palos para pelear por la revolución, no creo que pueda ser igual. El 11J no ocurrió una manifestación, fueron protestas en 15 lugares diferentes y ahora podría ser algo como el “maleconazo” de 1994. El 11J no había cabecillas, fue algo muy espontáneo y por ello sorpresivo. Eso se puede reeditar, ya con la experiencia del pueblo cubano que ayudará a ser más asertivos a fin de complicar las cosas al gobierno, cuya reacción es muy predecible.
_ Se acaba de aprobar en el parlamento cubano una ley que legitima la represión. ¿Qué incidencias tendrá sobre la resistencia cubana ante los desmanes del régimen?
_ La represión será violenta, eso lo sabemos, pero nunca será lo mismo con un joven de raza negra –como ocurrió en días pasados- que con un blanquito. En Cuba hay racismo, sorprendentemente, lo hay. Un policía no trata igual a un negro que a un blanco. En este mismo momento hay racismo del más evidente, en La Habana, en Santiago, en todas partes. Y no sólo racismo, hay discriminación. Dicho esto, te cuento que antes de la ley había una fuerte represión. Lo de la ley es para protegerse contra posibles demandas internacionales. En este minuto hay 187 presos –de los más de mil que se denuncia existen, aunque nadie conoce la cifra real- acusados de subversión, lo cual sirve a la versión de que no están detenidos por manifestar ni protestar, sino por estar poniendo en riesgo la paz, al Estado, provocando la revuelta social. Es lo que quieren con la ley, evitar que internacionalmente se les pueda señalar de no estar actuando dentro de la legalidad. Legalizar la represión no sirve para nada. El abuso no se puede legalizar.
_ ¿Pero eso lo frenará?
_En la gente hay indignación. Difícil frenar eso. Es una ecuación capaz de derrumbar el muro más fuerte: de la impotencia se pasa al odio y de allí a la venganza. Eso no tiene marcha atrás.
Una articulación social
_ ¿Hay una oposición en Cuba o es más bien un sentimiento? Ese liderazgo que surgió entre artistas, periodistas independientes e intelectuales, tendrá la articulación y los respaldos como para persistir?
_Eso es San Isidro. Como en Venezuela, donde la oposición pierde el norte y se combaten entre ellos desviando el objetivo, igual pasa en Cuba. La represión no es igual en todas partes ni con todo el mundo. La articulación de la oposición es muy difícil. Aquí en Venezuela es cuesta arriba entender que no se unan. En Cuba las condiciones son distintas, basta considerar que una reunión de opositores es calificada como delito. Pero hay articulación, pensar que San Isidro está acabado es un error. Es cierto que algunos han salido al exilio y otros están presos. Pero hay más. Basta recordar que cuando a Maykel Osorbo –hoy condenado- la policía le puso las esposas, la misma gente se las quitó, le arrebataron la llave a los funcionarios y le quitaron las esposas al joven. Eso dice mucho. Fue la gente de San Isidro. El gobierno les teme. Cuando la multitud enseña los dientes, la policía corre igual. Eso pasó el 11J. Los uniformados golpearon a los desarmados y hambrientos. Cuando la resistencia es fuerte, también corren.
_ Quiere decir que la articulación no es organizada, sino que se une y actúa por un sentimiento de rechazo al régimen…
_ Eso es correcto. La articulación no es política, es más social. Pero puede llegar. Hay centros, separados unos de otros, pero conectados, que mantienen la comunicación y establecen relaciones entre todos ellos. Las redes sociales son un ejemplo. La revista El Estornudo, el sitio llamado Placetas, todo eso está conformado por gente conectada.
La biología está haciendo su trabajo
_ Esa desaparición de militares castristas de rango, en una seguidilla como para despertar sospechas y sin mayores explicaciones sobre sus decesos, ¿qué le sugiere?
_ Muchos de ellos tenían edad como para morir. El más reciente, joven y poderoso, venía enfermo. Lo que pasa es que esas cosas no se dicen. Los regímenes así son secretistas, no exponen con claridad lo que pasa con la salud de sus autoridades y ello, naturalmente, produce sospechas de todo tipo. Es la consecuencia de la falta de información. De López Callejas –ex yerno de Raúl Castro- sabemos que fue ingresado en un hospital por un problema pulmonar. Eso jamás lo dirá el gobierno. No te enteras de quién y de qué están enfermos. Por ejemplo, nunca sabrás si Ramiro Valdez, cuya edad es sumamente avanzada, está enfrentando problemas orgánicos.
De manera que las sospechas son fundadas porque están muriendo en serie, ya son 18 generales. ¡Pero es que son muy mayores! La edad pasa factura. La biología está haciendo su trabajo. Todos están sobre los 90 años. La generación del 30 se está muriendo de vieja. Pero en Cuba el secretismo es una virtud y todo el mundo espera a que el Comité Central del Partido Comunista se pronuncie o que el Ministerio de las Fuerzas Armadas haga público un comunicado. Del resto, nadie habla. Y los comunicados no dicen gran cosa. Todo queda en la opacidad. Es una política.
Balance: frustración y coacción
_ Una persona como usted, que ha sufrido cárcel y exilio, que en su momento luchó al lado de Raúl Castro por esa revolución, ¿cuál es su balance luego de seis décadas?
_ Te puedo decir que, en este momento, cuando hablas con un funcionario de alto rango en Cuba te muestra una profunda frustración. Recuerda una frasecita de Díaz Canel el día 15 de Julio, antes del 17, día en que Raúl acudió a la manifestación organizada por el régimen y que resultó un fracaso: “En esa marcha –la del 11J- había contrarrevolucionarios, delincuentes y algunas personas que tienen razones para mostrar descontento”. Eso no se había escuchado jamás. Nunca en Cuba se admite que existan razones para el descontento.
Otro dato: Rusia le otorgó a Cuba un préstamo de 1.380 millones de euros para renovar el sistema eléctrico. ¿Dónde está ese dinero? Lo destinaron a fabricar hoteles de lujo mientras las centrales eléctricas presentan constantes averías; claro, una parte de ese dinero estará en los bolsillos de los jerarcas. Por eso te digo: ¿está cohesionada la oposición? La respuesta es no. ¿Se puede cohesionar? Sí. Por otra parte, el gobierno no está cohesionado sino coaccionado. Cualquier manifestación puede ser motivo para caer en desgracia con las consecuencias que ello implica. Y todos se cuidan.
Euros, el relevo de poder
_ ¿Detrás de quién está el poder hoy en Cuba?
_ Es un problema central. Raúl Castro está en las últimas, tiene 91 años. ¿Quién puede estar por arriba de él? Nadie. No hay nadie más. Es lo que queda de la generación del 30. La poca cohesión que hay en el régimen está detrás de Raúl. Ramiro Valdez tiene 92 años, aunque está claro de mente. Machado Ventura es otro. Son contados. Es la gente a la que aún se le hace caso. Pero van de salida y sin relevo.
El hijo de una alta ficha del régimen dio una fiesta y en el medio se paró y gritó: “¿Y qué queremos nosotros?”. Y la respuesta fue: “¡Euros, euros!”. ¿Dónde está la generación descendiente de Fidel y de Raúl? Son nulos. No se destacan en nada. No son aptos para un relevo, ni mucho menos.
De manera que, si me pides un balance, ni el gobierno ni la oposición -por ahora- tienen cohesión. Este es un momento de un cambio generacional que favorece la efervescencia. Nadie hace caso a los jóvenes comunistas, no convocan pues se los sabe genuflexos al régimen. El Partido, hoy, tiene cada vez menos miembros porque nadie quiere anotarse allí.
El palo donde ahorcarse
_ Aunque podríamos dar varias lecturas al tema, pareciera que el péndulo en América Latina apunta hacia la izquierda de nuevo. ¿Por qué? ¿Qué tipo de izquierda? ¿Serían de nuevo satélites de la Cuba castrista o se replantearían sus políticas, atendiendo a las nuevas realidades geopolíticas que prefigura la guerra Rusia-Ucrania?
_ Rusia no es la URSS. Tienen un Stalin que se llama Putin, pero no es lo mismo. Putin es un dictador de derecha, populista, y nada más que eso. También está de retirada y esa Rusia quiere aparecer ante el mundo como una potencia económica y comercial. En ningún momento ha dicho Putin que hay guerra y no lo puede decir porque eso implica movilización y está muy mermado en sus fuerzas. Sólo habla de “operación militar especial”.
Allí ni siquiera hay un tema ideológico que comprometa a la gente. Nicaragua, Venezuela y Cuba están al lado de Rusia porque de nadie más se pueden recostar. Rusia es el único país que podría darles préstamos y ayuda. Ni Estados Unidos ni Europa lo harán. Es el palo donde ahorcarse. El fuerte de Cuba es el turismo y ahora está muy reducido por causa de la pandemia. Rusia ya no es una potencia ideológica que pueda conquistar pueblos y voluntades como antaño. A mi me preocupa más China porque saben meterse. Pero América Latina está muy lejos de China. Son dos grupos de personas completamente distintas en creencias, costumbres, mística. Por otra parte, el mar Pacífico no le hace honor a su nombre. China no tiene otro interés que no sea comercial por estos lados.
Rusia perdió toda la influencia que tenía en América. No enviarán tanques a Nicaragua. ¿Mandarán armas y coheticos para montarlos en botecitos acá en Venezuela? Ni lo pienses. Y menos aquí en Venezuela donde el gobierno no confía en sus soldados. Siempre las potencias venidas a menos sueñan con expandir su influencia, pero analicemos la izquierda que surge electoralmente en este continente.
¿Tú crees que Boric es igual a Evo Morales? Olvídalo.
Petro tiene espejo
_ El triunfo de Petro en Colombia puede significar un riesgo para que ese país cambie de rumbo y se debiliten sus hasta ahora fuertes resortes institucionales? ¿Cuáles serían las consecuencias para Venezuela?
_ Petro abrirá la frontera con Venezuela, por razones exclusivamente económicas. Él sabe que Venezuela está bajo restricciones y quien puede proveer productos es Colombia. Tan sólo por el transporte sale más barato comprar a Colombia. Estoy seguro que en eso está pensando Petro. A Piedad Córdoba se la sacudió. Pienso que no se acercará a Putin, no necesita sanciones que Colombia no tiene. No es tonto y se ve en el espejo de Maduro, de Ortega, de Evo. Petro es comparable con Lula, quien gobernó un montón de años en Brasil y no se le ocurrió imponer el socialismo.
_ Pero quienes vienen de esa escuela tienden a generar controles, hacer las cosas a su manera, buscan mecanismos que les permitan soñar con realizar esa utopía sesentosa…
_ Claro que sí, pero no creo que su meta sea estrellarse. Petro intentará conseguir superar ese escollo que significa el haber ganado con estrecho márgen. Recuerda que Chávez lo hizo por una holgada mayoría. Petro tiene obstáculos que vencer, sobre todo en el parlamento. Veo a ese gobierno deslizándose, hábilmente, hacia un esquema social-democrático. Veo cariñitos y viajecitos con Venezuela, pero no más. Petro ya fue alcalde y es lo suficientemente inteligente como para saber que debe dedicarse a fortalecer un partido, una base sólida para su proyecto. Perpetuarse en el poder no da beneficios. Ya lo ha visto en Venezuela. Un partido sí puede hacerlo y transitar por el tiempo con éxito.
Lo de Cuba se resuelve en Cuba
_ Cuáles son los escenarios a futuro en Cuba?
_ Todo el mundo habla con la gente de San Isidro. Todo el mundo respeta a José Daniel Ferrer. Hay muchas organizaciones en la isla pero el respeto es hacia la Unpacu y Ferrer, su líder, que está preso dentro de Cuba. Muchos otros de ese grupo también lo están. Y con esa gente se cuenta.
No creo que el exilio cubano sea una influencia positiva. No deben hablar, critican y estorban.
En Cuba se habla de José Daniel Ferrer que ya ha estado preso unas cuatro veces y es una autoridad política y moral, con peso propio, una figura que es, en sí, un testimonio de lucha, sin miedo y sin claudicar. Igual Osorbo y Otero Alcántara, que son artistas; de ese mundo viene también el tema “Patria y Vida” que lleva 78 millones de reproducciones, lo cual es brutal para un tema musical.
En Cuba hay mucha gente que está dispuesta a exponerse, con sus precauciones, pero lo hacen.
¿Existen figuras de calibre como para inspirar una ruta hacia la libertad y orientar las grandes decisiones para restaurar el tejido social tan deshilachado en ese país?
_ Sin dudar, te digo que Dagoberto Valdés es uno de ellos. Dago es un roble, peso pesado en Cuba. Hay gente, fuera de Cuba, que le tienen miedo porque no pueden competir con él, que está en Cuba luchando y exponiéndose. ¿Dónde está el Dago en el extranjero, quién es? No lo hay.
El exilio está acomodado y ya son más norteamericanos que cubanos. Desde allá te dicen que lo que hay que hacer es alzarse y sacar al régimen. Y lo primero que uno piensa es ¿por qué no se escuchan a sí mismos y se van allá a pelear?. Hay 1.250.000 cubanos en Miami. Imagínate que el 40% sean hombres jóvenes. ¡Tremenda invasión se organizaría!. El problema de Cuba hay que resolverlo desde Cuba y en Cuba.-