Abdón Vivas Terán
Noviembre del 2022

La apertura petrolera, política predominante del segundo gobierno de Rafael Caldera, duró aproximadamente ocho años en plena actividad. Sus tres alternativas, -convenios operativos, asociaciones estratégicas y convenios de exploración a riesgo o ganancias compartidas-, para que el sector privado participara en la industria y el comercio de los hidrocarburos, funcionaron con eficiencia hasta el año 2007. Es en este año cuando el Gobierno del presidente Chávez, quien había sido elegido en las elecciones de diciembre del 1998, decidió su eliminación en el marco de un nuevo ordenamiento legal para las actividades petroleras. Procederemos a un sucinto análisis de cómo surgió este marco legal.

El primer paso estuvo constituido por la propuesta para convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el encargo de elaborar una nueva Constitución Nacional. La Corte Suprema de Justicia dio su aprobación a tal efecto. Se procedió con prontitud a la elección de los integrantes de este cuerpo de representación de la voluntad popular y estos, en el lapso previamente determinado, elaboraron la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Tal instrumento legal fue sometido a Referendo y resultó aprobado por la mayoría necesaria de sufragios.

En esta Carta Magna Chávez mantuvo -enfatizando conceptos que ya estaban incorporados en la anterior constitución de 1961- tres aspectos de los cuales dimana el resto del marco legal que norma desde esta fecha los hidrocarburos en Venezuela.

El primero, está establecido en el Artículo 12º y hace referencia a que los yacimientos de minerales e hidrocarburos, cualquiera sea su naturaleza y cualquiera su ubicación en el territorio nacional, pertenecen a la república, son bienes públicos y, en consecuencia, son del dominio público y por lo tanto inalienables e imprescriptibles

El segundo aspecto, está contemplado en el Artículo 302º que establece de explicita manera que “El Estado se reserva, mediante la ley orgánica respectiva, y por razones de conveniencia nacional, la actividad petrolera y otras industrias, explotaciones, servicios y bienes de interés público y de carácter estratégico…”.

El tercer aspecto está contenido en el Artículo 303º que establece que “Por razones de soberanía económica, política y de estrategia nacional el Estado conservará la totalidad de acciones de Petróleos de Venezuela S.A, o del ente creado para el manejo de la industria petrolera, exceptuando la de las filiales, asociaciones estratégicas, empresas o cualquier otra que se haya constituido o se constituya como consecuencia del desarrollo de negocios de Petróleos de Venezuela S.A”.

Estos conceptos engranan sin dificultad en el planteamiento similar que se ha hecho al respecto, a lo largo de la historia de la república, y que remonta hasta el decreto del Libertador Simón Bolívar dictado en Quito el 24 de octubre de 1829.

El siguiente paso ocurrió en el año 2001, cuando el presidente Chávez, en uso de las atribuciones que le confirió una Ley Especial dictada por la Asamblea Nacional por la cual le delegó el poder para emitir decretos-leyes en un vasto campo de materias, resolvió emitir el Decreto 1520 para una nueva Ley Orgánica de Hidrocarburos dirigida a normar, desde entonces las actividades de explotación de estas sustancias en la totalidad del territorio nacional.

En esta Ley Orgánica se introducen los tres aspectos básicos que provienen de la Constitución de 1999 a los cuales acabamos de referirnos. Se adicionan normas que regirán toda actividad primaria o secundaria que corresponda a las actividades petroleras. Se crea una novedad en el Artículo 22º dirigida a ratificar el carácter estatista del marco legal en que se dispone que: “Las actividades primarias indicadas en el artículo 9º, serán realizadas por el Estado, ya directamente por el Ejecutivo Nacional o mediante empresas de su exclusiva propiedad. Igualmente podrá hacerlo mediante empresas donde tenga control de sus decisiones, por mantener una participación mayor del cincuenta por ciento (50%) del capital social, las cuales a los efectos de este Decreto Ley se denominan empresas mixtas…”. Estas empresas mixtas son diferentes a las que se establecieron en la Apertura Petrolera en el sentido que, estas pudieron ser constituidas con el Estado participando en forma minoritaria en el paquete de acciones.

La Ley Orgánica del 2001, enfatizando la orientación estatista, establece otros dos asuntos que sucintamente son los siguientes: El Artículo 44º se dirige al tema de la regalía y señala, “De los volúmenes de hidrocarburos extraídos de cualquier yacimiento, el Estado tiene derecho a una participación de treinta por ciento (30%) como regalía”.  El otro asunto está referido en la Disposición Derogatoria Única, mediante la cual se derogan todas y cada una de las leyes que han regido sobre este aspecto en Venezuela hasta la fecha de emisión de la Ley, con la sola excepción de la Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos.

Unos años más tarde se produce el tercer paso, concretamente el 26 de febrero del año 2007, cuando Chávez decide terminar con la Apertura Petrolera para lo que, nuevamente emite Decreto-Ley Nº 5200, con rango, valor y fuerza de Ley, amparado en una Habilitante que le había entregado una vez más la Asamblea Nacional. Su objetivo es establecer las pautas para organizar el procedimiento de Migración a Empresas Mixtas desde los Convenios de Asociación de la Faja Petrolífera del Orinoco, así como desde los Convenios de Exploración a Riesgo y Ganancias Compartidas.

Este Decreto señala explícitamente aspectos relevantes en relación con los antiguos mecanismos de la Apertura Petrolera. Así, el Artículo 1º dispone: “Las asociaciones existentes entre filiales de Petróleos de Venezuela, S.A. y el sector privado que operan en la Faja Petrolífera del Orinoco, y en las denominadas de Exploración a Riesgo y Ganancias Compartidas, deberán ser ajustadas al marco legal que rige la industria petrolera nacional, debiendo transformarse en empresas mixtas en los términos establecidos en la Ley Orgánica de Hidrocarburos”. El Artículo 4º, por su parte establece: “A las empresas del sector privado que actualmente son partes en las asociaciones referidas en el artículo 1° se les concede un período de cuatro (4) meses, a partir de la fecha de publicación del presente Decreto-Ley, en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, para acordar los términos y condiciones de su posible participación en las nuevas Empresas Mixtas”. De allí que, en ese momento, la Apertura Petrolera llegaba a su final. Pero el Decreto Ley remata su tarea al instituir que: “Transcurrido el plazo establecido en el Artículo 5º del presente Decreto-Ley, sin que se hubiera logrado acuerdo para la constitución y funcionamiento de las Empresas Mixtas, la República, a través de Petróleos de Venezuela, S.A. o cualquiera de sus filiales que se designe al efecto, asumirá directamente las actividades ejercidas por las asociaciones referidas en el artículo 1° del presente Decreto-Ley a fin de preservar su continuidad…”. Esto equivale a una decisión de expropiación anunciada.

La mayoría de las empresas afectadas logró alcanzar convenios que fueron aceptados por las partes, con la sola excepción de Exxon-Mobil y Conoco Phillips ambas operando en la Faja Petrolífera del Orinoco.

En el año 2009, el presidente Chávez da lo que es el cuarto paso, que es el remate del marco legal y constitucional que su gobierno erigió, para las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos. Nos referimos a que, en aquella oportunidad, el día 09/05/2009 el presidente anuncia que, también en esta oportunidad investido con poderes extraordinarios para legislar por acto de la Asamblea Nacional, ha decidido emitir un Decreto-Ley para Reservar al Estado las Actividades Conexas a la Extracción del Petróleo. Es decir, se procederá de inmediato a expropiar las empresas privadas, medianas y pequeñas, que en este sector prestan servicios variados en áreas tecnológicas vitales a las empresas petroleras o son suministradoras de bienes y servicios necesarios de todo tipo.

El procedimiento se ejecuta de inmediato y tuvo lugar durante ese mismo mes de mayo. En un tiempo breve se expropia un número cercano a 76 empresas por un valor de varios centenares de millones de dólares. Dentro de tales firmas expropiados podemos citar Tidewater, Universal Comprenssion Holding y Exterran.

Una vez que hemos analizado cómo fue emergiendo el marco legal en el que el gobierno autoritario del presidente Chávez inscribió las actividades relacionadas al petróleo, debemos enfocar otros acontecimientos que, durante esos mismos años, se estaban produciendo en el ámbito de la producción y mercadeo internacional de petróleo.

Tomemos en primer lugar el tema de los precios. Las estadísticas disponibles nos muestran que, en el periodo que va del año 1998 hasta el 2021, los precios promedio de los crudos de referencia como el Brent y la canasta de la OPEP comienzan a experimentar una serie de fluctuaciones, encadenadas y sucesivas que algunos conocedores de la materia han calificado como la montaña rusa de los precios. Por supuesto que estas oscilaciones tienden a impactar, en el caso concreto de Venezuela, sobre el valor de sus exportaciones, sobre sus ingresos fiscales, sobre el valor de su signo monetario y, en general, sobre todas las variables de la economía.

Nos ayudaremos a examinar este interesante fenómeno con la ayuda de un gráfico, en el cual hemos consignado el comportamiento de la Canasta de Referencia de la OPEP, para este período. Los datos los hemos obtenido de la página Web del grupo especializado en materias económicas que se denomina Statista. (Ver: Combustibles fósiles | Statista).

Canasta Referencia OPEP. Precios. US$/b<br />
1996-2021

Como se puede observar en la parte izquierda del Gráfico anterior, en el periodo comprendido entre 2001-2008, se produce una notable tendencia al alza del precio promedio que llega a la cota de 94,1 US$ en el año 2008. La razón subyacente en esta elevación de los precios promedios estriba en que, algunas naciones importantes como China y la India, han incrementado sus demandas de combustibles fósiles energéticos. Esta alza culmina en el año 2009 con el estallido de la crisis financiera mundial que siguió a la explosión de las hipotecas sub prime en los E.U.A. En el 2009 el precio promedio se desploma hasta tocar los 60,86 US$. Es en este lapso cuando el Régimen Autoritario de Chávez recibe una astronómica cantidad de recursos, por las exportaciones venezolanas de productos petrolíferos. que analistas han estimado en un billón de dólares americanos.

A partir del 2009, se presenta una situación en la cual la demanda supera a la oferta, el precio se expande y llega a la cota de 105,87 US$ en el año 2013. Desde allí, torna a disminuir hasta tocar los 40,76 US$ en el año 2016. Algunas razones para explicar ese descenso se han hallado en la desaceleración de la economía de la República Popular China, el aumento en la producción de petróleo con la aplicación de técnica del fracking en los Estados Unidos, los desajustes en la tasa de crecimiento de Europa, el tráfico ilícito de petróleo por parte de la organización militar del ISIS etc. En síntesis: más petróleo disponible y menos demanda activa en los mercados.

En el lapso comprendido entre 2016 y 2019 el precio fluctuó repetidamente hacia alzas y bajas motivado por ciertas razones políticas y económicas. Entre ellas podemos mencionar: El fracaso de la reunión de Doha en la cual los países productores de la OPEP no pudieron llegar a un acuerdo sobre reducción de la producción petrolera para fortalecer precios, la fricción en las relaciones comerciales entre USA y la República Popular China.

En el año 2020 aparece la pandemia con su secuela de enfermedades, muertes, desaceleración económica, confinamiento obligatorio, escasez de abastecimientos, rupturas en las cadenas productivas etc. En el año 2022, los precios comienzan de nuevo a experimentar una cierta tensión al alza por el inicio de la recuperación económica con nueva demanda de bienes y servicios, las consecuencias de la guerra de Ucrania en el plano económico y político y el reciente acuerdo entre Arabia Saudita y la China para que aquella acceda a vender a esta una porción importante de su consumo interno de petrolíferos y que estos sean pagados en yuanes y no en dólares.

Pasaremos, de inmediato, a considerar otro aspecto clave relacionada con la actividad petrolera en Venezuela en lo que va del Siglo XXI y que, además, nos proyecta luz sobre hasta qué punto el marco legal y político desarrollado por el régimen de Chávez logró desmejorar algunos de los índices básicos de la industria petrolera, en este caso concretamente, el nivel de producción diaria en Venezuela. Para ello nos apoyaremos en la aportación estadística que nos presenta la Red en la siguiente URL perteneciente a una empresa especializada en este tipo de información. Puede verse en: Venezuela – Producción de petróleo 2022 | Datosmacro.com (expansion.com)

Producción de Petróleo en Venezuela1996-2021. mil b/día

En cuanto a este gráfico solo comentaremos qué, cómo se puede observar, al menos desde el mismo comienzo del Siglo XXI, la producción promedio diaria de petróleo en Venezuela tiende a experimentar una importante declinación. Esta situación se torna más aguda si nos fijamos, en particular, en los años que corren desde el 2014 hasta el 2021, período en que se presenta una severa declinación, que concluye el año 2021 cuando la producción diaria promedio se ubica en la cifra de 527 mil b/día; por cierto, este nivel de producción es el que alcanzó Venezuela en el año 1940, ochenta y dos años hace, cuando aún no había sido aprobada la Ley Orgánica de Hidrocarburos de 1943, (Este cálculo lo hemos realizado utilizando la serie histórica de la producción petrolera de Venezuela en millones de barriles por año que nos entrega Asdrúbal Baptista en su obra Bases Cuantitativas de la Economía Venezolana).

Vistos estos elementos podemos afirmar, de manera sintética, que PDVSA ha sido conducida a un estado de postración deplorable. La que fuera, en pasados tiempos, la joya de la corona y la gallina de los huevos de oro, está ahora sometida a un deterioro sumamente grave. Cabe entonces preguntarse: ¿cómo PDVSA, que llegó a ser una de las más importantes empresas petroleras del mundo, ha arribado a esta calamitosa situación? Intentaremos resumir las causas en los próximos párrafos. No entraremos a un análisis minucioso, sino que solamente enumeraremos los rasgos más prominentes de la situación. Así:

  • Falla radical al no ser capaz de producir el flujo de inversiones necesario para cumplir los planes de expansión previstos y elevar los niveles de capacidad de producción de petróleo.
  • Fallas radicales en la provisión de recursos necesarios para un cabal mantenimiento de toda la infraestructura productiva en funcionamiento como los pozos, vías de comunicación, almacenamiento, oleoductos y poliductos, taladros operativos y todo otro ítem relacionado.
  • Deterioro grave por falta de recursos y de experticia técnica que se expresa en el complejo de refinación que se encuentra en su mayor parte inactivo y ha sufrido numerosos accidentes que han costado la vida a muchos trabajadores, en las plantas mejoradoras de crudos pesados, en la planta mezcladora de este mismo tipo de crudo, en la flota de transporte de los productos etc.
  • Efectos de las sanciones impuestas por los Estados Unidos y otros países democráticos las cuales obstaculizan, entre otras cosas, adquirir más deuda, renegociar la contraída y comercializar libremente el petróleo y los productos obtenidos. Tomemos en cuenta, no obstante, que estas sanciones fueron impuestas un tiempo largo después que el aparato productivo petrolero hubiese comenzado se declinación.
  • Merma del bombeo de petróleo por el cierre de taladros operativos. Algunas de las grandes empresas en energía, que mantienen un minucioso análisis de la producción y del mercado como Baker Hughes y otras, aseveran que Venezuela no tiene taladros en actividad desde hace ya un largo lapso.
  • Extrema politización y partidización que se extiende a todos los cuadros de PDVSA.
  • Falta de personal técnico y administrativo, a todos los niveles, que opere con conocimiento y experiencia. Muchos cuadros calificados se han retirado y marchado al exterior en busca de mejores oportunidades en otros países productores de petróleo.
  • Nómina sobre abultada y deficiente en gerencia, administración y producción.
  • Despido de personal altamente calificado, se estima en unas veinte mil personas, que decidió ordenar el régimen de Chávez por haber participado en la Huelga Petrolera de finales del 2002 al 2003 y que equivalían para la época al 40% de este tipo de personal en la empresa.
  • Crecimiento de la Deuda Externa de PDVSA en la medida en que la empresa se veía en la obligada circunstancia de tener que desviar buena parte de los recursos, obtenidos en la producción de petróleo, hacia el financiamiento de gastos no previstos como el Programa de Misiones y la Petro Diplomacia del Régimen. Las Misiones terminaron siendo financiadas, administradas y dirigidas por PDVSA.
  • La deuda se fue expandiendo en la misma medida en que los beneficios netos no alcanzaban para satisfacer otro tipo de erogaciones y esto impulsó a la gerencia de la Empresa a la emisión de deuda externa en forma de bonos que llegó a crecer hasta unos 39 mil millones de US$.
  • El Programa de Misiones fue creado en el año 2003 por Hugo Chávez y, luego de once años en el año 2014, el régimen de Maduro emitió una Ley Orgánica de Misiones, Grandes Misiones y Micro Misiones, a través del Decreto 1394, dirigida a organizar y estructurar este vasto sector de acción del Régimen Autoritario. Las misiones actuaron en una multitud de niveles tan variados que parece que desplazan casi cualquier otra función normal en la gestión administrativa oficial. Una breve síntesis de sus principales campos de acción sería la siguiente; Lucha contra la pobreza y la pobreza extrema; alfabetización, educación primaria, secundaria y universitaria; salud de la población con consultorios, ambulatorios y hospitales, arreglos, ampliaciones, construcción de viviendas; cultura, ciencia, recreación y deporte; protección del medio ambiente; recuperación de tierras y enfrentar el latifundio; crear mejores condiciones de vida para las comunidades indígenas.
  • Todas las misiones se adscribieron administrativa y políticamente a PDVSA por lo que esta llego a parecer un Súper Ministerio de la Acción Social y a demandar ingentes cantidades de dinero para aplicarlas a su funcionamiento. Los programas ejecutados por las misiones carecían de control de gastos, de metas claras y definidas y de experiencia para ejecutarlos, El papel que se les asignó era, sin duda muy digno de tomar en cuenta, dado sus alcances sociales y la tarea de reivindicar a sectores importantes de la población. Pero todo se diluyó en una improvisación, ineficiencia, desconocimiento y corrupción generalizadas que abarcó al unísono casi todo su desarrollo.
  • Se extendió un saqueo indiscriminado y general a todas las instalaciones petroleras tales como plantas eléctricas, equipos automotores, estaciones de bombeo etc.
  • Tema crucial es la dilución en el tiempo y en el espacio de la cantidad de un billón de dólares, producto de las exportaciones de petróleo durante los años del 2003 al 2012. El régimen de Chávez nunca presentó una información abierta y fidedigna sobre este aspecto.
  • Con la expropiación de las empresas que prestaban servicios y suministraban equipos y dispositivos destinados a la producción petrolera y a obtener una aceptable productividad, el sector dedicado a estas tareas sufrió un severo impacto del cual no ha podido recuperarse y se perdió así un apoyo fundamental para las actividades de extracción y producción de los hidrocarburos.

Los elementos que acabamos de enumerar puedan arrojar luz sobre porque, y en qué circunstancias, la otrora orgullosa PDVSA ha caído a un nivel tan bajo en la producción diaria de petróleo y en su refinación. Cotas que han marcado el nivel más reducido en la historia de la empresa desde hace al menos hace ochenta años.

La severa decadencia de la principal empresa del país es tan solo uno de los datos que debemos ubicar en el entorno de la destrucción de la economía nacional, que ha puesto en marcha el Régimen Autoritario. Este entorno lo podemos resumir a través de las siguientes características: Expropiaciones masivas, ilegales y arbitrarias; destrucción del aparato productivo público y privado; erosión de los servicios públicos; pulverización de los salarios; extensión desorbitada de la pobreza; aumento de la desigualdad según el Índice de Gini; contracción del PIB en el entorno del 100% en el período 2014-2021; alteración de los equilibrios macroeconómicos básicos; hiperinflación galopante desde noviembre del 2017 a enero del 2021 que alcanzó la cota más elevada del planeta; gigantesca emisión de dinero inorgánico dirigida a financiar déficit fiscal creciente; demolición del valor del  signo monetario; insolvencia en el pago de la Deuda Externa de la República; deliberada opacidad para toda la información estadística y económica; expansión generalizada de la corrupción; un flujo de refugiados, la diáspora, que es el más grandes en el planeta en las últimas décadas; desconocimiento del estado de derecho y de los derechos humanos.

No obstante, en la medida en que otros actores han avanzado en escrutar la vía de acción factible para recuperar la capacidad productiva de la nación, en materia de hidrocarburos, han surgido una serie de interesantes propuestas que resumiremos en próximos párrafos.

Se debe partir de la existencia de un par de eslabones sueltos, que es necesario re enhebrar, para retomar una actividad productora de hidrocarburos eficiente y productiva en Venezuela. El primer eslabón es el rediseño de PDVSA con el propósito de corregir las severas fallas que la han precipitado hacia la decadencia, corrección que permitirá ajustarla a las necesidades de una industria que opera en un mundo globalizado y en un sector de producción de especial relieve geopolítico. El segundo eslabón. consiste en elaborar un plan general de producción de hidrocarburos que esté ajustado a las realidades del mercado y a los cambios probables que sobrevendrán en las próximas décadas en la evolución de la matriz energética mundial.

En este sentido es útil comenzar por referirnos a que resulta imprescindible reformular el Marco Legal de la industria de los hidrocarburos en Venezuela, así como considerar otros aspectos importantes de la estructura de PDVSA.

Vamos a partir, en la búsqueda de este propósito, de los Artículos 12º y 302º y 303º de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Hay poca discusión sobre la aceptación que, la mayoría de la ciudadanía comparte, en referencia a los conceptos allí consagrados. En párrafo anterior señalamos los importantes alcances conceptuales que estos tres artículos establecen en nuestra actual carta Magna.

En este triangulo constitucional encontramos una base significativa para avanzar hacia una reformulación de las empresas mixtas diseñadas por Chávez. Nos referimos al hecho que el Art.º 303 de la Constitución, exceptúa de la requerida propiedad del 100% en manos del Estado a las empresas filiales, asociaciones estratégicas o cualquier otro tipo de asociación que PDVSA haya constituido como consecuencia del desarrollo de sus negocios.  Este texto da pie a la formación de las empresas mixtas en las cuales el estado no tenga necesariamente participación accionaria mayoritaria y se desarrollen otros mecanismos de control sobre la actividad productiva.

Sobre las empresas mixtas sigue en pie, además, un intenso debate sobre temas que les incumben. Estos son: el porcentaje de participación en el paquete accionario en manos del estado; el tipo de control que sobre la dirección administrativa y política debe ejercerse; la regalía que deben pagar; la tasa de impuesto sobre la renta a aplicarles, por último, en cuales tribunales se deben dirimir las controversias que surjan entre las partes durante la duración de la empresa mixta. Sobre estos asuntos nos parece que debe prevalecer el criterio de flexibilidad y efectividad en los alcances de la norma para lograr el objetivo que el estado busca en cuanto a la expansión de la producción de hidrocarburos dentro de los parámetros establecidos en el plan que al respecto adelante en cada época la nación.

 Todo esto, así como el relanzamiento del sector, reclama le emisión de una nueva Ley de Hidrocarburos que establezca los lineamientos básicos para crear un sector más eficiente, más productivo y más competitivo.

Introduciremos, en este momento, dos materiales adicionales que tienen peso específico en este tema del marco legal: La distribución de la renta y la innovación tecnológica.

Respecto de la renta, deben cuidarse las normas establecidos en las leyes de hidrocarburos y en la del impuesto sobre la renta; en cuanto a su redistribución se debe diseñar una política que aliente hacia el futuro. Algunos lineamientos generales sobre este particular son siguientes: El flujo de renta que reciba el estado se debe encauzar, institucionalizar, emplear racionalmente a fin de asentar los elementos con los cuales la sociedad pueda, alguna vez, dominar el petróleo; el Estado y la sociedad han de proponerse reconducir la distribución de la renta petrolera hacia actividades reproductivas prioritarias para estimular la economía y reducir el alcance de su distribución discrecional; esto ha de hacerse, sin descuidar la atención de necesidades sociales que se consideren prioritarias; los recursos que estén disponibles para este último propósito se deben dirigir especialmente a un programa bien diseñado de dotación de capacidades para mejorar el capital humano del país. De esta manera sentamos las bases para el desarrollo de una economía post rentista. 

En cuanto a la innovación tecnológica debemos proceder potenciando el desarrollo de tecnología moderna, de avanzada en el sector de los hidrocarburos. Especial énfasis deberá hacerse en los nuevos productos que se podrían obtener del petróleo pesado y extra pesado de la Faja Petrolífera. El fortalecimiento de los institutos dedicados a la investigación en la industria, modernizarlos y ponerlos al día, dotarlos de recursos apropiados, así como apoyar al personal científico. constituye tarea prioritaria.

En concreto, deseamos proponer que los temas legales con relación a empresas mixtas, que hemos comentado con anterioridad, se resuelvan de la siguiente manera: i) Otorgar en la Ley respectiva atribuciones al estado para que participe con un número de acciones que no tenga que ser la mayoría absoluta; el monto en concreto dependerá de las características de cada operación particular ii) Se debe entender que el control no depende necesariamente de la mayoría accionaria, sino que puede obtenerse de otras maneras, en particular, mediante un status atribuible al paquete accionario del estado, en el cual se le otorga el privilegio de derecho de veto, o acción aurea, sobre las decisiones que la dirección administrativa de la empresa mixta pueda tomar iii) La Ley respectiva puede otorgar al estado la facultad para que, -dependiendo de la importancia del negocio, de la dificultad para llevarlo a cabo, de los desafíos tecnológicos involucrados-, pueda decidir el monto de la regalía entre un rango, por ejemplo, del 1% al 16,7% iv) En cuanto a la Ley del Impuesto Sobre la Renta conviene dotar al estado de la facultad para moverlo en un rango preestablecido de tarifas; por ejemplo, desde el 34% hasta el 54%, dependiendo de los mismos factores que acabamos de mencionar en relación con la regalía. v) las controversias insalvables entre las partes, deben someterse para su decisión a los tribunales ordinarios correspondientes de la República.

En este Marco Legal renovado debemos ubicar el papel que le corresponde desempeñar al Poder Legislativo Nacional. Por supuesto es este cuerpo unicameral el que deberá aprobar la nueva Ley de Hidrocarburos, incorporando las reformas legales imprescindibles que hemos mencionado en párrafos anteriores. Por cierto, que, en relación con las características particulares de cada uno de los tipos de empresas mixtas que se crearán a partir de esta nueva Ley, sostenemos que las condiciones generales para cada proceso licitatorio deben ser aprobadas por la Asamblea Nacional. Entendemos que esta disposición normativa es una manera de balancear los intereses políticos de la comunidad, el papel del estado como garante del bien común y la necesaria participación de los partidos políticos al respecto.

Otro tema, que no podemos dejar de lado, consiste en el establecimiento explicito en su marco regulatorio que PDVSA debe volver a ser una entidad comercial dedicada exclusivamente a la exploración, explotación, refinación y comercialización de los crudos venezolanos. Cualquiera otra tarea, política o administrativa no podrá ejercerla, y el estado debe atribuirla a otros entes que estén predeterminados para ello o sean creados especialmente para servir tales propósitos.

En cuanto al segundo eslabón, está constituido por la decisión dirigida a la elaboración de lo que podemos denominar Plan para el Fortalecimiento de la Industria Petrolera Venezolana. Todo plan económico requiere de un minucioso estudio técnico, de elevado nivel de conocimiento científico, de concretar premisas que guíen el análisis, ponderar las variables que intervienen, sopesar diferentes escenarios, calcular las eventuales cuotas de producción, estimar las inversiones y los gastos que se requerirán y ajustarlo al resto de los sectores de la economía nacional. Trabajo complejo para el cual, afortunadamente, el país cuenta con un conjunto de brillantes especialistas en las numerosas disciplinas que se requieren, y que interactuarán, en el proceso de su elaboración.

Los siguientes son algunos de los elementos que deben analizarse hacia la elaboración del Plan de Fortalecimiento:

  1. Evaluación prospectiva del mercado energético mundial en sus dos variables demanda y oferta.
  2. En relación con la demanda hay que considerar en especial la evolución en el tiempo de la matriz energética del planeta y el papel cada vez más importante que, con el devenir de los años, la energía verde debe ocupar. Por supuesto, que el crecimiento de la energía verde va a depender del desarrollo tecnológico, así como del descubrimiento de formas alternativas y novedosas de producirla y almacenarla.
  3. Parece, sin embargo, que el ritmo con el cual la energía verde se está propagando por el planeta ha abierto una ventana, tal vez intergeneracional, para que pueda continuar manteniéndose la producción de energía fósil para que siga sosteniendo una proporción importante en el consumo energético mundial.
  4. Esta ventana puede ser inferida de la evolución de la matriz energética del mundo en las últimas décadas. En una rápida aproximación a este tema, vemos como el petróleo ha perdido alrededor de 15% de participación, en el lapso comprendido entre 1973-1921. Sin embargo, sigue aportando a la fecha el 31% de uso de energía en el planeta. Otras fuentes, tales como el gas natural y, en menor proporción, las energías verdes tienden a experimentar incrementos en ese mismo lapso. Parece obvio, entonces, que, a menos que sobrevenga una importante revolución tecnológica en la rama de las energías renovables, cosa deseable para la humanidad, el petróleo seguirá manteniendo papel importante en las próximas décadas. (Véase en relación con este cuadro. elaborado por el autor, los datos contenidos en: gertan.org.ar/artículos/.
Matriz Energética Mundial
  1. En relación con la ventana de oportunidades para la energía fósil, proveniente de la fuente petrolera, ha de añadirse también el crecimiento importante que ha tenido el consumo diario de petróleo en los últimos lustros. Como ejemplo, señalamos que este ha crecido desde 86,4 millones de b/día, a 94,9 millones b/día, a 97,35 millones b/día en los años 2010, 2015 y 2021 respectivamente. (Sobre estos datos puede consultarse en https://es.statista.com/esta).
  2. En relación con la oferta se debe estudiar la evolución de la capacidad instalada en los países productores y el PIB de los países consumidores ya que, mayor desarrollo, va acompañado con más consumo de energía.
  3. Debe analizarse con especial profundidad el papel de estabilizadores en los precios del mercado que pueden jugar la OPEP y la OPEP+. La OPEP tiene aún, nos parece, un lapso significativo para realizar sus objetivos.
  4. Estos análisis de demanda-oferta de los petrolíferos a escala planetaria debe pensarse en varios escenarios lo que resulta conveniente para evaluar las alternativas probables en el ritmo de producción nacional.
  5. Una vez se haya avanzado en todas estas complejas investigaciones se debe estar preparado para fijar los objetivos de crecimiento en millones de barriles por año para la producción y exportación de petróleo, en nuestro caso pesados, medianos y livianos; lo mismo para la capacidad de refinación, la capacidad de almacenamiento, la capacidad de producción de gas en millones de metros cúbicos.
  6. Por supuesto, cuando todos los anteriores elementos del Plan de Fortalecimiento estén ubicados en sus espacios queda calcular el monto necesario de inversiones y de gastos asociados para poder dar cumplimiento a los objetivos que se han postulado.

De esta manera, en líneas generales, los expertos y los que conocen a fondo estos asuntos procederán en el momento necesario para elaborar este Plan de Fortalecimiento de la Industria Nacional de Hidrocarburos. Restará solamente la aprobación de las autoridades en materia de hidrocarburos en el Ministerio de Energía.

Con los planteamientos que formulamos, en estos últimos párrafos, hemos ofrecido una aproximación a la propuesta para la reconfiguración de PDVSA y el fortalecimiento de la industria de los hidrocarburos, encaminada a superar las fallas severas que han desarrollado durante los años de gestión del Régimen Autoritario.

Se debe tomar en cuenta que, este conjunto de ideas para fortalecer el área petrolera, es tan solo una pieza en el vasto y complejo problema que debe enfrentar el universo de ciudadanos democráticos del país, que no es otro que la refundación de la República. Los niveles de destrucción de todo su tejido social son tan profundos que, iniciar la tarea con la pertinente reconfiguración del sector hidrocarburos, es como colocar la primera pieza de un rompecabezas de enorme dificultad.

Sin embargo, colocar esta primera pieza tiene sus ventajas. La tarea de reconstruir PDVSA y el sector de hidrocarburos puede permitir avanzar con relativa rapidez, dada la experiencia de Venezuela en esta materia, la existencia de empresas con conocimiento administrativo y tecnológico, la capacidad de personal técnico y administrativo, la dotación de infraestructura productiva instalada aun cuando en situaciones precarias a lo largo y a lo ancho de la nación, la propiedad que hoy detenta PDVSA y la nación de un conjunto de empresas en el exterior,- a cuyo frente hay que ubicar CITGO- que pueden ser un instrumento muy útil por su prestigio y por su eficiencia productiva en el relanzamiento de nuestra economía.

PDVSA, como resultado de esta reconfiguración, no podrá ocupar, en el mundo de los hidrocarburos, internacional y nacional, el mismo elevado nivel que en otras circunstancias conquistó. Pero, puede ser un instrumento muy útil, si se le encuadra en un marco que estimule la participación del sector privado en condiciones de seguridad y de justicia, para elevar la capacidad diaria de producir petróleo crudo en tiempo razonable.

Claro está que este proceso debe ir acompañado de otro paralelo, que actuará en la misma dirección de refundar la república, y que toca aspectos profundos relacionados con la propia identidad y alma de la nación. Nos referimos a temas como la recuperación de la institucionalidad, de los tejidos sociales, del dialogo y convivencia para enfrentar problemas comunes, del respeto a la dignidad eminente de cada persona y de la recuperación de la escala de valores todo lo cual ha sido trastocado y pervertido.

Nos aguarda sin duda un enorme, consciente y mancomunado esfuerzo comunitario, Ojalá y podamos enfrentarlo con vigor en la idea de que podemos superar las obsoletas coordenadas establecidas por el régimen autoritario que han empobrecido a la nación. Ojalá, y de nuestro esfuerzo conjunto, surja la fuerza para trabajar y desarrollar un nuevo orden social, productivo, eficiente, participativo, basado en la cooperación entre trabajo, capital y tecnología, En fin, un nuevo orden social y humano para cada uno de los habitantes de la amada tierra venezolana.