RICARDO RÍOS
Profesor de la Escuela de Matemáticas de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela y Diputado a la Asamblea Nacional por el Distrito Capital. Experto en el análisis político de América Latina. Doctor en Matemáticas y Estadísticas por la Universidad Paris Du Sud.
ENTREVISTA DE MACKY ARENAS
_ El péndulo es intrínseco a la democracia. No lo es aquello que busca destruirla
_ Una cosa es pedir agua y otra mandar agua. Son dos momentos distintos de la política
_ Los países en crisis requieren de consensos para salir de ellas. Aquí en Venezuela no terminamos de entenderlo
_ ¿Es el populismo propio de nuestros países que siguen caudillos y buscan mesías?
_ El populismo es un fenómeno que aparece y desaparece en las sociedades en crisis. Se alimenta mucho de la antipolítica, del apuro, del desespero y también de la ignorancia de la gente. Ofrece la solución inmediata, muchas veces fantasiosa. Uno de los grandes caldos de cultivo del populismo son los caudillos. No necesariamente un caudillo es populista pero si se mezcla cuesta sacarse ese peso. Mussolini, Perón y hasta Franco eran muy inclinados a las propuestas populistas. Es una amenaza permanente y no sólo acá en América Latina. Le Pen en Francia, el padre de Marine Le Pen, es un populista clásico. Muchas veces hemos tenido la tendencia en Venezuela de llamar a los grandes partidos «populistas» porque han tenido que dar respuestas a su electorado, lo cual es distinto a presentar ilusiones fantasiosas inspiradas en venganzas, acompañadas de ofertas inmediatistas como “aquí lo que hace falta es orden”, lo cual es un recurso sencillo que evita la complejidad de las soluciones que requiere un país. Ello es caldo de cultivo del populismo.
_ ¿Se ha producido en América Latina un genuino giro a la izquierda o se está acentuando un populismo con otro signo, ese que vende líderes estridentes que dicen lo que la gente quiere oír?
_ Hay mezcla de todo eso. No son excluyentes. El liderazgo político se estandarizó mucho. La difusión masiva de la política desde los años finales del siglo XX hacia acá produjo respuestas codificadas a cada una de las situaciones; pero sucede que las realidades cambian dejando agotadas esas respuestas, ya que no le decían nada a la gente y se produjo una separación de narrativas, entre lo que la gente necesitaba y buscaba de una gestión gubernamental y lo que la táctica publicitaria indicara. Allí se colaron soluciones del tipo “Freiré en aceite las cabezas de los adecos” y el discurso estruendoso de Bukele de “Acabaré con todas las maras”, y él cumple. La gente lo apoya, tiene un alto porcentaje de respaldo porque no hay otra alternativa y porque la ciudadanía, en verdad, está cansada de la inseguridad. El apoyo a Chávez no decreció, sino más bien creció una vez en el gobierno. Hemos olvidado esa realidad, pero él se hizo más fuerte desde el poder que fuera, lo que es inusual pues siempre se cumple lo que llamamos el chinchorro, políticos que llegan y rápidamente descienden en popularidad. No fue el caso con Chávez, quien desarrolló una estrategia de comunicación y ofreció mucha venganza que, por cierto, no cumplió. Pero se mantenía diciendo que ser rico es malo y que confiscaría propiedades.
_ Y expropió…
_ No hay duda de que lo hizo y, con ello, un gran daño a la economía, pero la consigna “exprópiese” era más para la base popular que inmediatamente conectaba con un tipo que se presentaba como el vengador que acabaría con los ricos malvados y haría justicia a los pobres. Eso es una gran estafa. Por mucho marxismo que haya estudiado, me niego a creer que un señor abra una empresa para hacer pobres a los habitantes de Catia, por ejemplo. Eso, simplemente, no es verdad.
_ Allí vemos a Chile, una Constituyente que terminó en manos de sectores opuestos a quienes la promovieron en tiempo récord
_ El discurso tiene que tener correlato con la forma de gobernar. Boric se montó en una ola de resentimiento, llevó promesas de venganza más allá de la capacidad que tenía de cumplir y cuando la sociedad chilena, que tiene bastante formación política y una clase media -a mi manera de ver- la más sólida y con formación política de América Latina junto con México y Brasil, no aceptaron el proyecto pues entienden que el radicalismo no trae sino problemas severos. Los pobres venezolanos son el contra ejemplo más patente de cómo no se debe gobernar un país, desde el radicalismo y el estruendo populista. Fíjate como Maduro II es un enemigo de Maduro I. Todo el mundo se dio cuenta de que el discurso político de Chávez estaba inflado con dinero, no tenía nada más, estaba vacío de propuestas.
_ ¿Es que nosotros no podemos vivir sino en un eterno péndulo?
_ La democracia es pendular. El deber de la oposición, en cualquier país democrático, es demostrar que el gobierno está fallando y el del gobierno demostrar que la oposición obstruye y que ellos lo saben hacer. Por llamarla de alguna manera, esa es la dialéctica democrática. Pero cuando eso viene acompañado de la destrucción del sistema democrático, allí es donde hay que prender todas las alarmas. Fue el caso de Perú. Pedro Castillo dio un curso intensivo de cómo no se debe gobernar en muy poco tiempo. Desmontaron la estructura económica peruana que venía bastante estable y tenía músculo para soportar los intentos de sustituir la producción por reivindicaciones absurdas. Cualquier sindicato sabe hasta dónde pedir, en cualquier mesa de negociación. Cuando se les va la mano se comen la gallina de los huevos de oro, es decir, quiebran la empresa. Así no se puede gobernar. Los países tienen contrapesos. Uno quisiera acelerar los procesos de reivindicación social pero no puede ser a costa de la generación de riqueza, tan sencillo como porque para repartir la riqueza hay que generarla. Hay un par de fuerzas que compiten pero no pueden destruirse, se necesitan la una a la otra. Ese movimiento pendular controlado es la vida democrática. El movimiento pendular destructivo es la irrupción del populismo.
_ Pareciera que Argentina es una vitrina
Argentina no da para más. Perón fue el ejemplo de cómo destruir una economía próspera. Ese país era más rico, productivo e ilustrado que Francia. De los años 20 al 30, Francia era un paisito al lado de Argentina, pero tenía la gigantesca tradición histórica de casi 200 años continuos, lo que pesa mucho para recuperarse. Pero en numeritos comparativos, Argentina era muy superior. Eso lo destrozaron por mantenerse en el poder castas militares alrededor de Perón. Con sus discursos sobre los descamisados, confundieron la venganza social con la justicia, la productividad con el reparto irresponsable y ese fue un Manual de populismo para América Latina.
_ Se dice que el populismo no es exclusivo de un país ni de una condición, sino que prolifera y se exhibe en todas partes, en Latinoamérica, Europa y en democracias tan referenciales y sólidas como Inglaterra. ¿Será que hay algo en las sociedades que está cambiando y permite aceptar esas alternativas?
_ Johnson, por populista, sacó a Inglaterra de la zona del euro y ha sido un costo económico brutal para ese país. No logra superar las ventajas que tenía cuando era parte de lo que llamaron el Brexit. El barrio de Londres que más votó a favor del Brexit fue aquél donde viven los obreros e inmigrantes polacos porque no querían que llegara inmigración y les quitara los puestos. Ahora, junto con el populismo están las corrientes organizadas. Estoy convencido de que Bukele es un populismo de derecha -por poner piqueta porque derecha e izquierda tienen dificultades- que da respuesta a las principales rabias de la gente en El Salvador pero no se da cuenta de que está desmontando la institucionalidad. Y cuando se le acabe la capacidad de efectismo, ese monstruo que abrió se lo va a comer. Ese es uno de los riesgos de este asunto, que afectó a Boric en muy poco tiempo. Cabalgó en la ola de estudiantes quemando metros y cuando vio que gobernar es algo distinto y más complejo, tuvo que mandar la policía a los mapuches. Se tragó la mitad de sus discursos porque la población mapuche, autónoma desde antes de la llegada de los españoles, lo que tiene es una propuesta separatista. Es que una cosa es pedir agua y otra mandar agua. Son dos momentos distintos de la política.
_ Hay populismos y populismos. Unos se originan en las derechas, otros en las izquierdas anárquicas. Eso implica diferencias entre ellos o, a la postre, resultan lo mismo?
_ Resultan lo mismo por el daño que causan. Para mí, eso es el centro del problema. Es como la antípoda de la frase que atribuyen a Deng Xiao Ping, “no importa si el gato es blanco o negro, o importante es que cace ratones”. En este caso, no importa si el populismo es blanco o negro, lo importante es que no dañe la economía, la cual desmonta a nombre de mantenerse en el poder con ofertas fantasiosas. Lo más triste es que el populismo, para mantener su oferta engañosa, necesita inevitablemente la corrupción. Tiene que repartir dinero por la vía no institucional. Está obligado a ello, so pena de no existir más. Eso termina destrozando el funcionamiento de los países porque los más perjudicados con la ausencia de instituciones son quienes no tienen cómo comprar un tribunal, un juez, un policía, es decir, el pueblo. El populismo es un gran enemigo de los pueblos porque desmonta su única fortaleza ante los poderosos que son las instituciones autónomas funcionando. Lo ves en Chile: con todo lo que se pueda decir de ese país, índices malos, el país más injusto, pero hay Estado. De manera que no es una condena que los países pendulen entre ofertas contrapuestas porque el péndulo es intrínseco a la democracia. Lo que no lo es son los planteamientos que buscan destruirla.
_ ¿Son característicos nuestros?
_ No. En Europa uno consigue gente como Orbán, los recientes asombrosos ganadores en Suecia, en Italia, en Francia e incluso Vox, quienes hacen planteamientos antidemocráticos basados en la manipulación de los sentimientos elementales de la gente. No hay país más cruzado por migraciones que España. Sin embargo, un partido inventa que ellos son puros y comienzan a hablar de los impuros. ¡Por Dios! Visigodos, godos, romanos, fenicios, árabes, todo ha pasado por allí y dejado su huella. Al crisol contribuimos los latinoamericanos que hemos llenado España. Tan es así que hay una cultura musical que se llama “música de ida y vuelta”, la que sale de España, viene a América Latina y regresa con los matices. Para muestra, la canción “Granada” de Agustín Lara. Hay muchísimas. De repente, ese discurso histerizante, hace que la gente se invente un centro de protección de etnias, razas, culturas y comienzan a ver enemigos donde no los hay. ¿Cuántas veces han cruzado los árabes el Estrecho de Gibraltar? No hay forma de saberlo. Nosotros tuvimos tres siglos de dominación española y los españoles 8 siglos de dominación árabe, o sea, dos veces y un tercio más que nosotros. Tiene que tener mucha más influencia. El discurso vuelve un atractivo lo que no debe ser.
_ ¿Eso no es lo que hace Daniel Ortega, para no ir muy lejos?
_ Exactamente. Ortega inventó una característica de ser nicaragüense que significa ser sumiso y pretende romper las tradiciones religiosas y culturales de Nicaragua, que prácticamente son las mismas pues se trata de un pueblo tan identificado con la religión católica que es uno de los países – sin no el más- donde menos penetración ha logrado el protestantismo. Y es que la cultura cotidiana del nicaragüense es católica, su quehacer cotidiano es preparase entre una celebración y la otra. Y no son celebraciones de licor y música, ellos se toman muy en serio las fiestas religiosas.
_ ¿No estará arando en el mar pues, de siglos, sabemos que la Iglesia Católica se crece en la persecución?
_ Acaba de meter preso a un hombre muy valiente, Monseñor Rolando Álvarez, quien decidió quedarse 26 años tras las rejas antes que ceder a la presión de la dictadura. ¡Eso es algo admirable! Y pienso que no hemos hecho suficiente esfuerzo para subirle el perfil a semejante gesto. Eso hace bien a los pueblos pues la motivación de la represión es producir desasosiego y luego convencimiento de que contra eso no se puede. No es tan sencillo: está haciendo un perverso daño quirúrgico a la Iglesia en Nicaragua.
_ Desmoralizar para desmovilizar…
_ Es correcto, así mismo es. Por eso la represión al comienzo es tan brutal. El objetivo es que te llenes de miedo, que no te atrevas. Al final, dirás “¿para qué? Llevamos años y no pasa nada”. Y lo que no se sabe es que cada pequeña acción debilita al régimen más que a la disidencia porque el agredido tiene una fuerza rara, debido a lo que va tragando y acumulando, fortaleciéndose en el proceso. Y cuando se produce el efecto resorte, el agresor sale muy mal. No hay una sola historia en América Latina donde los gobiernos represivos no hayan salido muy mal.
_ ¿Habrá resorte, teniendo en cuenta que la sensación que existe es que la pareja Ortega-Murillo ha puesto una larga y oscura noche sobre Nicaragua?
_ Cierto, y muy conscientes de ello. Además, asesorados por unos expertos en sombra como son los cubanos. En Cuba impiden todo tipo de protesta y cuando tratas de entender qué es eso de “Patria y Vida” es preciso saber lo que son los movimientos culturales de jóvenes. Yo estuve en Cuba en el 2000 y pude constatar cómo todos esos movimientos estaban orientados a defenderse de la opresión estatal. Meten presos a unos, mueren de hambre otros, los someten a situaciones extremas de la cárcel en un concepto muy brutal del irrespeto a los derechos humanos pero, aún así, salen movimientos del tamaño de los que han salido. ¿Quién se iba a imaginar, en ésta época, ver el Malecón lleno de gente gritando contra el gobierno? Es verdad, no tienen armas ante el ejército mejor apertrechado de América Latina como es el de Cuba; lamentablemente un ejército invasor de su propio pueblo pues están allí para impedir que la gente luche por sus derechos. Derechos, por cierto, bastante elementales, consignas casi que de finales del siglo XIX y comienzos del XX.
_ En Cuba hay un gobierno débil. ¿Qué pasa con la oposición?
_ Es demasiado el poder armado ante un pueblo inerme. Es verdad que el gobierno castrista está muy frágil en este momento, pero mientras no logren una fuerza que los equipare a la opresiva, será cuesta arriba. No obstante, yo estoy seguro de que el triunfo de la libertad en Cuba está cerca. Lo van a lograr. Y no es sólo un canto de esperanza, que es válido, sino el producto de un análisis objetivo de la situación. La capacidad económica de los sostenes de Cuba son cada vez más débiles. Venezuela es un país quebrado, no hay como sacar petróleo hacia Cuba, han mermado mucho los envíos. La oferta china de apoyo político a Cuba no viene acompañada de una oferta económica porque China sólo compra y vende productos sin importar el color del régimen. Brasil acaba de vender su alma a China, y tan felices, porque les entra un chorro de dinero que no tenían y que estaban necesitando.
_ ¿Cómo cataloga a Lula en este cuadro?
_ Es un personaje muy interesante. No es un dirigente populista, es un dirigente de izquierda. La izquierda tiene miles de matices y él perteneció, en su época de dirigente de base, a las organizaciones trotskistas que son las que más divisiones tienen en su haber. Lula, como Evo Morales, surgieron de las luchas de base, cosa que no pasó con Chávez que fue, literalmente, un paracaidista, un político que cayó del aire. Con algunos aciertos mediáticos se volvió un líder y logró lo que logró por el dinero que tenía. Chávez contó con mucho dinero del petróleo venezolano, además de bastante tonto útil que lo respaldó con el cuento de “a ese muchacho lo controlo yo” y creo que todavía, quienes así pensaban, deben andar por allí dándose latigazos. Pero Lula es un político que tiene programa propio hace mucho tiempo, tiene partido, movimientos sociales y una trayectoria de luchador muy importante. Además, es promotor de un proyecto que es ahora cuando los chinos le están viendo el queso a la tostada, conocido como los Brics. Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica. Han venido, poco a poco tratando de crear un polo económico. A través de los Brics China compró medio Paraguay y tiene unos proyectos de soya que van a acabar con las selvas, compró la mitad de la producción de Perú, es decir, adelanta un proceso que, si Lenin estuviera vivo, no dudaría en calificar de penetración imperialista. Se trata de una compañía con mucho dinero expandiendo su mercado.
_ ¿Cómo será Lula mediador en un conflicto tan complejo como la guerra entre Rusia y Ucrania, cuando lo que propicia es división en su propio continente?. Me refiero a la polémica declaración sobre el régimen de Maduro que tanto rechazo ha causado
_ Yo le di la vuelta a esa declaración. Si algo ha mostrado Lula en su vida es sagacidad. Me pareció que metió la pata, obviamente, hasta los más avezados se equivocan. Recuerda el refrán ruso “Kasparov también se equivoca”. Pero yo creo que la narrativa es hija de las acciones, no al revés y lo que hizo Lula fue por algo. Y ese algo es un mensaje al régimen venezolano: “La narrativa te daña porque es consecuencia de tu práctica. Cámbiala”. De nuevo, Lula fue trotskista y entre ellos era común lo que llaman la crítica solidaria. Eso fue lo que Lula hizo con Maduro.
_ ¿Habrá entendido Maduro?
_ Más vale que lea el entrelíneas de ese mensaje pues lo que le dijo Lula, a mi manera de ver, es “Tú estás afectando la imagen de todos nosotros. Cambia”. Claro que no podría yo afirmar esto sobre una Biblia pero tiene, dentro de las categorías que maneja la gente como Lula, coherencia. Se me hace coherente el razonamiento.
_ ¿Para dónde cree que va Brasil?
_ Brasil es un gigante. Es una cosa muy complicada, un mundo de negociaciones, de equilibrios de poder. No me explico cómo los militares brasileños lograron dar un golpe de Estado en semejante territorio. La autonomía estadal es muy alta. Sao Paulo tiene dos veces la población de Venezuela y dos veces su territorio. No es fácil el control militar de aquello. Lula, a diferencia de Bolsonaro, ha promovido los encuentros que hay que promover para que lo dejen gobernar. Bolsonaro construyó el antibolsonarismo y se lo regaló a Lula. Fíjate que Lula no ganó con los votos de la izquierda, ganó con los votos que Bolsonaro concentró en la acera del frente. Aquí en Venezuela deben ver esto con detenimiento: el que promueva esa política de concentración de enemigos está cavando su tumba. ¿Dónde va Lula? Es un gobierno débil, de consensos, y tendría que tratar de consolidar los sectores que lo apoyan, tanto financiera como política y organizativamente porque no está nada claro que él repita.
_ Chile es un país económicamente estable, al menos más que el resto del área. Pero últimamente ha tenido remezones políticos que han despertado viejos fantasmas…
_ Chile no negocia su estabilidad. El extremismo de los sectores más radicales que apoyaban a Boric le regalaron esa derrota en el tema de la constitución. Por no saber ganar lo importante para ganarlo todo, perdió todo. Y terminó saliendo una constituyente dirigida por la derecha. Una derecha que le ofrece a la gente los cambios que quiere ver y serán cuidadosos con el discurso sobre Allende pues es un tema que divide a los chilenos. Todo ello permitió meter en casilla a los radicales de Boric que querían cambiar cuestiones cosméticas. Un poco lo que le pasó a Podemos con el PSOE, que se obsesionaron con la ideología de género por, como dicen los franceses, épater le bourgeois y terminaron perjudicados, perdiendo zonas históricas como Valencia o Barcelona. Ese discurso extremo, existencialista, acompañado de espectáculos chocantes como esa sexualidad vegetariana, asustaron a la gente. Uno tiene hijos, familia y eso lo que consigue es rechazo.
_ ¿De dónde viene este juego por caotizar las sociedades?
_ Desde sectores que tienen posibilidades de controlar, como en las películas de zombies. Pero, cuando crees que se reproducen, que salen de todas partes y eso no se acaba surge quien puede, a su vez, controlar a los zombies, que es el juego democrático. Por eso lo que están pretendiendo es restar poder a quienes pueden hacerlo para depender de gente con mucho dinero, tipo Soros. Él podría comprar Venezuela y darnos como vuelto a Nicaragua. Estamos hablando de mucho poder, de intereses que juegan al caos para poder ejercer su control.
_ Un país que preocupa es México. Siempre se habla de Estado fallido, del supracontrol de los narcos…
_ Es que son sociedades muy grandes y nos cuesta entenderlas. México tiene tres de los industriales más ricos del mundo, un desarrollo industrial impresionante derivado de la sustitución de la maquila por empresas estables. En Monterrey está uno de los mejores institutos de tecnología del mundo. La mayor producción de ciencia social del planeta está en la UNAM. Es una sociedad intelectualmente muy avanzada. Sus novelistas y cineastas marcan la pauta en Estados Unidos. Es una sociedad muy desarrollada a la par que, ciertamente, es una sociedad acosada por el narcotráfico, marcada por las tradiciones religiosas, enredada en las divisiones étnicas.
_ Los asesinatos de sacerdotes católicos son un escándalo…
_ Porque, como en Nicaragua, los sacerdotes tienen mucha identificación con los pobres, con el pueblo. La Iglesia da respeto institucional a la gente. En boca de guerrilleros marxistas esto sería un pecado porque ellos decían que la Iglesia era reaccionaria. En realidad, lo que pasa es que la Iglesia juega un rol de defensa de su feligresía y no puede andar al margen de sus vidas. Por eso los ejecutan. Para el narcotráfico la vida útil de un joven es de tres a cinco años. Los grandes dirigentes duran cinco años, las muchachas son vendidas, violadas, maltratadas. Es el país con el mayor número de mujeres desaparecidas. Coexistiendo con eso, tienen una producción industrial que para los pelos. México, industrialmente, puede equipararse a muchos países europeos y a veces ser superior. La economía mexicana -no así las instituciones- es más fuerte que la de España.
_ Ecuador ha logrado una salida inteligente que ha aplacado la calle. Para un venezolano eso, con el gobierno que tenemos, es impensable
_ Echando mano de un recurso constitucional, legítimo, “la muerte cruzada”, Lasso desbancó la estrategia claramente golpista del Movimiento Ciudadano. No porque estuvieran pensando en involucrar al ejército, sino más bien jugaron al debilitamiento institucional para adueñarse del poder electoralmente. Usando esa mayoría coyuntural se proponían cambiar toda la estructura de poder. Eso es un golpe de Estado por quorum. Pero las cosas no salieron como pensaban, les falló la mayoría parlamentaria y tampoco tuvieron el respaldo de los sectores. Se le vio el tramojo y Lasso no se lanzó a la reelección. Eso es inédito, insólito. Lasso jugó rudo. Y como esa estrategia golpista -como ocurrió con Carlos Andrés Pérez en Venezuela- concentra el mal en una sola persona, la solución es salir de esa persona. Si la persona se hace a un lado, se quita del medio, no hay a quien acusar. Si acusas a la sociedad, pierdes las elecciones.
_ Como decimos aquí, quedaron colgados de la brocha. Fue una buena jugada
_ ¡Una jugada palaciega y política de alto vuelo! Si no bien calculada, bien improvisada, como dijo un amigo. Y los ecuatorianos tan contentos pues volvió a ellos, al soberano, la decisión sobre el destino del país. Son jugadas de alto riesgo y hay que estar expectantes, pero todo indica que fue una jugada maestra.
_ Perú está igualmente en una especie de limbo…
_ Perú es nuestro gran dolor. No me gustó para nada el gobierno de Pedro Castillo. Prácticamente se puso un cartel al pecho que decía “¡túmbame!”. Nadie ha cometido tantos errores como ese señor. Pero la respuesta de los nuevos gobernantes peruanos de reprimir violentamente, dejó una huella muy peligrosa en ese país. Hay que ver eso con suma atención porque los muertos no se olvidan en cinco años y quién sabe si el resentimiento acumulado pueda ocasionar respuestas no deseadas. Por lo pronto, apostaron a que el proceso electoral lo resuelva. Lo tumbaron, cosa que complica el panorama puesto que Perú no estaba tan mal económicamente. Fue el eterno juego de caotizar las cosas entre los bandos, Ejecutivo y Congreso, que pone todo en riesgo a cada tramo. Hay que decir que en Venezuela tuvimos el Pacto de Puntofijo, que es ejemplo para América Latina, y que permitió el juego democrático sin que la sangre llegara al río pues todos sabían las líneas que no se debían cruzar. Hablan de Betancourt y con razón pues hizo aportes importantes a la estabilización política de Venezuela; pero igualmente hay que mencionar el comportamiento de Copei y URD, pues ellos apostaron su capital político para que se llegara al proceso electoral. El gobierno de Leoni, que fue más débil que el primero, arrancó con la Ancha Base e incorporó a la gestión a los dos partidos que obtuvieron mejor votación en contra de Leoni.
_ Muy distinto a lo que vemos ahora. En lugar de ampliar los apoyos, de compartir las decisiones, de estimular la participación de todos en la gestión del país, lo que se pretende es destruir y anular al adversario por la vía de dividirlo
_ Llega un momento en que la gente se harta y comienza a pensar en soluciones violentas. Pero casi todas de la boca para afuera. Los sandinistas fueron muy violentos, pero con armas, ejército, tácticas y hasta visión satelital. Aquí pretendemos salir de un gobierno hablando mal de él. Lo que preferimos es un líder de discurso tremendista que haga por nosotros y por allí es por donde se cuelan los mesías, los populistas y los estafadores. Hay que tener en cuenta que en Venezuela puedes gobernar sin el chavismo pero no obviando el chavismo porque es una realidad y una fuerza que hoy cuenta con el recurso de las armas y ejerce el poder.
_ Petro pareció haber entendido eso, al menos durante su campaña electoral, pero ahora es otra su deriva…
_ Me entristece que sea así. Él entendió esa fórmula. Al inicio, la mitad de sus ministros eran de sectores políticos no afines. De repente le ha entrado una fiebre sectaria. Es verdad que la oposición que tiene es fuerte y virulenta pero también es verdad que hablan mucho y hacen poco. Él tiene el Ejecutivo, el poder diario, tiene la posibilidad de resolver algo cada día que le diga a la gente hacia dónde va el país. Mi opinión es que se ha dejado presionar, sobre todo por esa aliada del enemigo que es la señora Francia. Realmente no lo ayuda. Lo ayudó a ganar y lo va a ayudar a perder. Si Petro retoma el camino de consenso que estrenó, llegará lejos. Fíjate que metió a Venezuela, junto con Lula en el mundo suramericano. A trancas y barrancas, con protestas, no fue transparente, el discurso de Lula fue enredado, el de Petro más todavía, pero Maduro dejó el aislamiento. Y eso es bueno porque una de las fortalezas de Fidel Castro era «sufrir»el aislamiento, él era la víctima. Pero jamás dejó que lo incorporaran. No le convenía. De eso vivía y por eso lo provocaba. Cuando le ofrecían apertura, él se las arreglaba para tener un pleito con los demócratas porque era una estrategia que le fue rentable. Maduro quiso repetir, pero Lula y Petro, que tienen otra visión pues están más interesados en la economía, fueron disuasivos. Si Petro insiste en ese camino confrontacional y dándole tanta importancia a lo cosmético, serán 4 años y ganará otro, ojalá… si es que no se le alborota un avispero muy latinoamericano, que es el golpismo.
_ Usted ha dicho que Uruguay es otro planeta. ¿Por qué, si está en el mismo contexto, con problemas parecidos y una historia común?
_ Porque respetó las reglas de juego. Allí hay que prenderle cientos de velas y hacer 40 estatuas a la cadena de presidentes del Frente Amplio. Tanto Tabaré como Mujica enseñaron que uno puede tratar de desarrollar un programa de un gobierno de izquierda sin trastocar la institucionalidad y entender que el aparato del Estado, al servicio de la gente, es una protección a la gente. Vivieron una dictadura atroz, en particular ellos dos que fueron presidentes del Uruguay pero antes prisioneros en condiciones que no se las envidiaría a nadie: doce años en un aljibe, en unos huecos espantosos. Pero se reconstruyeron. ¿Y qué repotenciaron? La educación universitaria, la educación primaria que es la más estable del continente. Mujica, al dejar aquél hueco que era su cárcel, salió llamando a la reconstrucción, a la reconciliación y el reencuentro. Y con ejemplos personales que impidieron que la desgracia de los regímenes de izquierda de América Latina, que se llenan de corruptos porque son populistas y lo que necesitan es comprar fidelidades a nombre de un discurso de izquierda, Mujica no se empató en esa, ni Tabaré tampoco. Y por eso dejaron un país muy estable. Allí ganó Lacalle Pou cuyo pedigrée es de derecha. Ello es resultado de sacar los votos, tener un programa y realizarlo. Eso hace que hoy, el Uruguay sea un país estable. Los países en crisis requieren de consensos para salir de ellas. Aquí en Venezuela no terminamos de entenderlo.-