Milos Alcalay

Milos Alcalay ha sido embajador de Venezuela en Rumania, Israel, y Brasil, Viceministro de Relaciones Exteriores y representante permanente de Venezuela ante las Naciones Unidas.

 

 

En los interminables 23 años en los que se ha prolongado la dominación del Chavismo-Madurismo, la actuación internacional del Régimen ha oscilado de manera  contradictoria, con la única excepción de un objetivo central claro: mantenerse en el poder contra viento y marea, para lo cual se ha afincado en la represión, los presos políticos, y la falta de libertades.

Por esa razón, el objetivo central de la oposición debe ser acabar con un régimen cada vez más destructivo y consagrar todos los esfuerzos por recuperar el Estado de Derecho y la democracia.

Lamentablemente hasta ahora,  no ha habido una posición coherente de la oposición  ya que sus principales voceros en vez de adoptar una estrategia compartida, apuntan más bien  a actuar por separado, propiciando de esta manera una pluralidad en la diversidad, que en la práctica lo que ha hecho es facilitar que se prolongue el régimen en el poder.

Para no repetir los errores del pasado en el plano internacional, resulta necesario identificar la forma de cómo lograr darle una unidad a esa  pluralidad, y  ello se logra promoviendo  una hoja de ruta común que incluya a todos los sectores que se enfrentan al Gobierno de Nicolás Maduro, para lo cual resulta conveniente  convocar una consulta popular no para definir un candidato Presidencial a fines del 2023 o en el 2024, como afirmaba Capriles y otros precandidatos presidenciales, sino escoger a los voceros con mayor respaldo popular que conduzcan esa Unidad, sea estos los actuales dirigentes u otros representantes nuevos.

Además de renovar o ratificar a los responsables de diseñar una Política Exterior de la oposición,  debemos coincidir en el análisis de los rasgos principales que caracterizan al régimen que estamos enfrentando en el año 2022 y luego, una vez aceptado ese diagnóstico común, definir la estrategia compartida que nos permita actuar con una Política Exterior de una oposición verdaderamente unida y ampliada en cuanto a sus componentes.

A.- Diagnóstico de la situación en el 2022

Pueden hacerse múltiples enfoques sobre  el drama, la pesadilla que vivimos, que no solo afecta a los venezolanos, sino que constituye una amenaza para otros países del Hemisferio.

A pesar de que son múltiples los aspectos que caracterizan la dramática situación que vivimos,  me permitiría resaltar en este artículo seis puntos que me parecen incontestables:

 

1.- UN ESTADO FALLIDO. En 23 años se han consolidado los  antivalores de un Estado fallido  cuyos efectos  perversos se evidencian a través  de  la CORRUPCIÓN, el  NARCOTRÁFICO, la tolerancia a la presencia en el país de asociaciones TERRORISTAS y  la SISTEMÁTICA VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS.

 

2.-AISLAMIENTO.  En vez de consolidar una integración hemisférica, latinoamericana y regional, reconociendo y mejorando las instituciones existentes, la posición del régimen  ha sido la exportación de un mal  llamado modelo bolivariano hacia países vecinos, a través del ALBA y otras instituciones ideológicas financiadas desde el inicio de la llegada al Poder de Chávez por Fidel Castro,  incumpliendo de esa manera  tanto las disposiciones de la Constitución vigente como los Acuerdos y Tratados Internacionales suscritos  por el Estado venezolano.

La exclusión de Venezuela, Cuba y Nicaragua de la reciente IX Cumbre de las Américas refleja ese aislamiento que no han tenido gobiernos de izquierda de la regiónpero ellos sí comprometidos con la Democracia.

 

3.- ALIANZA CON REGÍMENES SIMILARES. En la medida que la comunidad democrática de naciones ha venido  condenando los efectos negativos  de la dictadura, el régimen ha privilegiado las relaciones con gobernantes afines en el continente, como Cuba y Nicaragua, o extra-continentales  como la Rusia de Putin, apoyando la guerra contra  Ucrania, o el Irán y su expansión fundamentalista,o  Corea del Norte, con su amenaza del uso de la fuerza nuclear, así como otros países o movimientos como el Hizbola, o el Hamas, que no tienen nada que ver con nuestra región ni con nuestra historia.

 4.- MILITARIZACIÓN. La utilización de las Fuerzas Armadas ha blindado la dictadura, al ser utilizadas  como instrumento y como parte esencial del régimen, unido al cierre de medios  de información, nacionales e internacionales como mecanismo utilizado  para ocultar la realidad que vive diariamente el país.

5.- INCAPACIDAD. La indiferencia e incapacidad del gobierno a la hora de enfrentar la actual situación humanitaria, como se evidenció con la utilización de la Pandemia del COVID 19 como mecanismo de control social, o el colapso hospitalario, unido al rechazo  del régimen de aceptar la solidaridad humanitaria,  se agravan aún más con las crecientes limitaciones a la actividad de las Organizaciones No Gubernamentales, que  demuestran su rechazo a cualquier cambio favorable a la población.

 

6.- FALSO CRECIMIENTO ECONÓMICO Y DEMOCRÁTICO. Ante este aislamiento interno e internacional la dictadura trata de presentarse ante el mundo con una falsa visión de legalidad y de crecimiento económico. La propaganda del régimen ha tratado de camuflar la dramática situación que vive el país argumentando que los únicos responsables del  desastre producido por el propio gobierno han sido las sanciones internacionales, pero que a pesar de estas sanciones, Venezuela ha logrado un extraordinario crecimiento económico, ha aprobado  reformas democráticas, y asegurado el diálogo con las oposiciones (como le gusta definirlas el monólogo oficialista). Todo ello es muy distante de la realidad de un país empobrecido, manipulado con falsas negociaciones y con más de 6 millones de emigrantes y refugiados fuera del territorio nacional.

  B.-Si estamos de acuerdo en definir un diagnóstico compartido, es necesario adoptarlo para transformar la actual pluralidad en la diversidad por la unidad en la diversidad y optar por el  camino  apropiado.

Hay dos caminos posibles para la oposición:

 

1.- La Agenda de la Cohabitación

No se puede pensar en una actuación ingenua cuando nos enfrentamos a un régimen totalitario de mala fe que lo único que busca es prolongar mecanismos que lo mantengan en el poder. Las diversas formas de cohabitación u otras formulaciones de complicidad, no conducen al cambio, sino más bien contribuyen a  la permanencia del Statu Quo y por ende aseguran  la permanencia en el poder del régimen y de sus nuevos aliados, que reciben migajas pero con la condición de que sean leales a la hegemónica actuación del oficialismo.

  Henry Kissinger afirmaba con acierto hace algunos años que el fuerte se hace cada vez más débil por inhibición. No podemos inhibirnos. La fortaleza de los principios y valores nos hará débiles si no hay coordinación, liderazgo acordado, objetivos políticos claros, transparencia, participación de todos los ciudadanos.

 

 2.-  La Agenda del Cambio por la Democracia

En la Agenda del Cambio, es necesario fijar las bases de una posición compartida (y no varias Agendas parciales) tomando en cuenta un diagnóstico común que tenga en cuenta que nuestra confrontación es contra  una dictadura irresponsable, corrupta y destructiva. Si no tenemos claridad en ese diagnóstico común, tampoco podremos  fijar una hoja de ruta basada en los principios de unidad, emergencia y salvación nacional. Cuando se consolide la democracia, cada dirigente podrá presentar su programa de gobierno y su especificidad política. Pero por ahora, hace falta una Agenda del Cambio con puntos mínimos en que todos coincidan.

 

Para diseñar la definición de una Política Exterior de la oposición para el cambio, pudiéramos basarnos en los siguientes parámetros:

1.- Lograr una verdadera unidad para salir del régimen

 Para ello, deben sumarse en la elaboración de una estrategia común, sectores políticos,pero sumar las posiciones de  la Iglesia,  las Academias, las Cámaras de Comercio, las instituciones empresariales, los sindicatos, las universidades,, las mujeres, los jóvenes,  las ONG. Eso se logró el 23 de Enero de 1958, y se puede repetir.

 2.– Es necesario dejar de lado  las múltiples Agendas, para   adoptar  una sola estrategia  una hoja de ruta que refuerce la UNIDAD DE TODOS, que produzca cambios fundamentales en la planificación de una agenda nacional e internacional,  en la necesidad de representar a todos los venezolanos, para lograr un cambio que enfrente a la dictadura, la represión y el colapso del país, y dé nuevas esperanzas, sobre todo a los sectores más pobres. Eso se consiguió con el Pacto de Puntofijo, y se puede lograr ahora, adaptándolo a las necesidades del año 2022.

 

3.- El aporte de la Diáspora venezolana – La creciente emigración venezolana con más de 6 millones de venezolanos que se han ido del país en busca de una mejor calidad de vida constituyen una triste realidad  nunca vivida anteriormente  en el hemisferio,  debido a la incomprensible catástrofe- en la que el país más rico de América Latina se convirtió en el más empobrecido, no solo por  la cruel indiferencia oficial sino  por atacar a los países que  acogen a nuestros refugiados  acusándolos de dar cifras inexistentes y tratando de confundir a la opinión pública usando la mentira en vez de cumplir con su obligación de otorgar facilidades a los ciudadanos (como pasaportes y otros documentos requeridos en el exterior tales como antecedentes penales, apostillado de títulos, vacunas, y otros requisitos de identificación indispensables a quienes optan por emigrar.

Esa diáspora constituye una inmensa fuerza de cambio si logramos incorporarla en una acción internacional coherente.

 

4- La Implosión del Chavismo  La oposición debe tomar en cuenta un fenómeno cada vez más amplio.  La implosión  del chavismo – mediante el cual dirigentes históricos y militantes y simpatizantes  de base abandonan su apoyo  al régimen. Es necesario que se sumen a una acción común para  derrocar a los actuales usurpadores del Poder.

 

5.-  La explosión social. Los ciudadanos,  sin distinción de posiciones políticas, se pronuncian de manera diaria en manifestaciones puntuales ( por falta de agua, por falta de electricidad, por falta de medicina, por falta de gasolina, por sueldos de hambre para exigir reivindicaciones salariales, por  el colapso de los servicios públicos, por la represión, por la delincuencia, etc. Según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, se han dado en Venezuela 58 mil 111 protestas en los últimos 5 años.  Es sumamente importante seguir de cerca estas actuaciones  puntuales, e incorporar sus justas reivindicaciones en las denuncias internacionales.

 

6Sacar mejor provecho, del  respaldo internacional de los países democráticos y de sus instituciones

 Reconocemos  y agradecemos la solidaridad regional, hemisférica e internacional, ya que estamos convencidos de la necesidad de que se mantenga dicho respaldo. Este respaldo internacional coadyuvará en sustituir con éxito a las actuales autoridades y nos ayudará a reconstruir  las condiciones de  un Estado de Derecho que cumpla con la Constitución y con lo establecido en los acuerdos internacionales a fin de que el venezolano tenga posibilidades de progresar en su propio país, y no fuera.

 

7.- Venezuela debe definir su propia ruta

Pero las definiciones y actuaciones de nuestro futuro deben  ser expuestas  a nuestros aliados por los voceros del cambio, que son los que deben asumir su propia responsabilidad  y  definir cuál  es nuestra ruta y  no lo que sea definida por los intereses de Washington, de Bruselas o de  otros países.

 

8.- Esa propuesta debe hacerse  sin complejos antinorteamericanos, anti europeos, anti-capitalistas o antihemisféricos: Debemos trabajar con nuestros aliados más cercanos sin ningún tipo de complejos y, por supuesto, entre ellos, con los Estados Unidos. En este contexto es urgente involucrar más a la Casa Blanca, a la espera de que Biden y el Congreso de los Estados Unidos  hayan asumido en su condición de anfitriones,  un papel protagónico  en la Cumbre de las Américas que se realizó en Los Angeles. Allí nuestro debía ser apoyar la opción de la defensa y promoción de la Carta Democrática Interamericana, y aplaudir la negativa de invitar a aquellos países que no creen en la democracia y que han utilizado las Cumbres anteriores para hacer Anti-Cumbres y combatir los principios del pluralismo.

En esa misma línea de cooperación,  se debe trabajar para fortalecer y modernizar los mecanismos hemisféricos, como el fortalecimiento de la OEA, la Comunidad Andina de Naciones, Mercosur, al igual que fortalecer las relaciones con otras regiones democráticas como la Unión Europea.

 

A nivel mundial, privilegiar las acciones ante organismos de la ONU como la OIM, ACNUR, la Alta Comision de Derechos Humanos, o el Tribunal Penal Internacional, que se han pronunciado de manera contundente sobre la situación venezolana. En ese mismo orden de ideas es necesario mantener el tema de Venezuela en el Consejo de Seguridad, para que no se saque de la agenda, en un momento en que las propuestas habían sido vetadas en el pasado por Rusia, pero  se debe aprovechar que en estos momentos ese país se se encuentra debliitado por su perfil violatorio de la Carta de las Naciones Unidas.

En ese mismo contexto, es importante seguir con las acciones en temas como el R2P o la invocación del TIAR.

 

9– Prioridades fronterizas:  Colombia, Brasil y las Antillas son  componentes clave para esa agenda internacional que deberá incluir de manera prioritaria a nuestros vecinos (sin dejar de lado a los otros aliados), pero con un rumbo claro de lo que significa la integración fronteriza. Hay un trabajo pendiente con nuestros vecinos del Caribe, muy manipulados por el régimen a través de Petrocaribe y la asesoría de Cuba. Las elecciones de Colombia y el nuevo Mandatario que resultará electo en la segunda vuelta, representa una relación que debemos cultivar y resaltar su compromiso con el millón y tantos de venezolanos que han encontrado refugio en ese país fronterizo.

 

10.- Multiplicar nuevos apoyos internacionales: Además de los 50 Estados que apoyan al Gobierno Interino, es necesario reformular y asegurar los apoyos para que no se pierdan o se diluyan. Además debemos identificar nuevos apoyos, de aliados del Reino Unido (Commonwealth), Francia (países de la Francofonía), Canadá (Caribe y África), y Estados Unidos (Pacifico).

 

 La conclusión es evidente. Debemos adoptar una nueva estrategia internacional basada en un diagnóstico común compartido, que acelere la salida de la actual dictadura a través de un trabajo de unidad con todos los sectores que crean en  la libertad, la justicia, el desarrollo y la alternativa de cambio.