DANIEL GARCÍA
INGENIERO QUÍMICO UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA (1975) – 28 AÑOS DE EXPERIENCIA EN DIFERENTES POSICIONES Y EMPRESAS DE PETRÓLEOS DE VENEZUELA (PDVSA), EN LAS ÁREAS DE NEGOCIACIÓN, REFINACIÓN, COMERCIO Y SUMINISTRO

La industria de refinación venezolana tiene sus incipientes inicios en el año 1880 cuando la empresa Compañía Petrolia del Táchira instala una pequeña refinería de 15 barriles por día para producir kerosene para alumbrado. Posteriormente en el período 1900-1910 las empresas Val del Travers Asphalt Paving Co. Y New York & Bermúdez Co, se establecen en Pedernales (Delta Amacuro) y Guanoco (Sucre) para explotar los asfaltos existentes en esas áreas y construyen instalaciones para el tratamiento de este hidrocarburo, aunque no se puede considerar refinación como tal, son unas de las primeras instalaciones de procesamiento de hidrocarburos del país.

En 1910 la Caribean Petroleum Company realiza la instalación de la refinería San Lorenzo en el estado Zulia.  Entre 1925 y 1940, con la excepción de la refinería de Caripito construida por la Standard Oíl Company de Venezuela con una capacidad de 26000 barriles por día(mbd) y posteriormente ampliada a 70 mbd, se construyen en el país pequeñas refinerías diseñadas para satisfacer las necesidades de las operaciones de las empresas petroleras.

Es a partir de la promulgación de la ley de hidrocarburos de 1943 que se inicia el desarrollo de la industria de la refinación en el país. En 1949 comienzas las operaciones de la refinería de Cardón (30 mbd), en 1950 inician operaciones la refinería de Amuay (60 mbd), Puerto la Cruz (30 mbd) y El Chaure (40 mbd). Posteriormente arrancan las refinerías de San Roque (1952), Bajo Grande (1956), El Palito (1954) y el Toreño (1967). Con el transcurso del tiempo las capacidades de procesamiento de estas refinerías van sufriendo aumentos.

Al momento de la nacionalización de la industria existen en el país 13 refinerías, las cuales sufrieron un proceso de optimización y modernización con los cambios de patrón de refinación realizados en las refinerías de Amuay (MEPRA), El Palito (EL PAEX) y Cardón (PARC), asi como la adecuación de la refinería Puerto la Cruz con el proyecto VALCOR y los proyectos de adecuación ambiental, todo ello con el objeto de suplir las necesidades del mercado local y reducir la producción de residuales.

Pasado, presente y futuro de la refinación de petróleo en Venezuela

El sistema actual de refinación está conformado por 6 refinerías: Las refinerías de Amuay, Cardón y Bajo Grande que conforman el Complejo de Refinación de Paraguaná (CRP) el cual surge de la fusión operacional y administrativa de estas refinerías en 1997, con una capacidad de procesamiento de 971mbd, la refinería El Palito con 140 mbd de capacidad, la refinería Puerto la Cruz fusionada con la refinería El Chaure con 187 mbd de capacidad  y San Roque con 5.3 mbd   de capacidad para un total  de  procesamiento  de 1303 mbd  de petróleo.

A partir de 1982, se inicia un proceso de internacionalización de Petróleos de Venezuela, con el fin de asegurar la colocación de sus crudos, especialmente los pesados, y accesar directamente a los mercados, alcanzándose una capacidad de refinación a nivel internacional de 1 millón 790 mil barriles por día (incluyendo arrendamiento de la refinería de curazao) correspondiente a la participación total o parcial de Petróleos de Venezuela en 9 refinerías en EE. UU y 9 refinerías en Europa

El sistema nacional de refinación procesó en 2002, 931 mil barriles diarios(mbd) de crudo con una gravedad promedio de 24 º API,  produciendo  12 mbd de gas licuado del petróleo (GLP),  318 mbd de naftas y gasolinas, 81 mbd de kerosén y turbo jet, 265 mbd de destilados, 223 mbd de residuales, 27 mbd de asfaltos, 4  mbd de bases lubricantes y 43 mbd de otros productos(coque, azufre, parafinas, otros) para un total de  984 mbd de productos refinados lo que permitía satisfacer la demanda de 500 mbd del mercado local y  la exportación de productos refinados a los mercados premium del Caribe y Estados Unidos.

Después de 20 años de falta de mantenimiento, desinversión, la politización de los cargos, la emigración de personal cualificado, la corrupción y la multiplicidad de incendios y explosiones, el sistema nacional de refinación opera aproximadamente a un 15% de su capacidad.

Pasado, presente y futuro de la refinación de petróleo en Venezuela

Los estimados, realizados por expertos profesionales, sitúan en 8500 millones de dólares los recursos financieros necesarios para reconstruir las instalaciones y otros 14500  millones de dólares  para instalar las nuevas unidades requeridas para cumplir con las especificaciones actuales de productos a nivel internacional y reducir la producción de residual de alto azufre,  cuyo mercado se verá reducido notablemente en el tiempo debido a la norma de la Organización Marítima internacional que  redujo a 0,5% el contenido de azufre en el combustible de  los barcos ( Hidrotratamiento de naftas y destilados, reformadores, unidades de conversión profunda, unidades auxiliares, servicios, etc.) . Adicionalmente habría que realizar inversiones para la captura y almacenaje del CO2 generado en los procesos de refinación y en el tiempo gasificadoras para el coque producido en las refinerías.

Es decir que el sistema de refinación requeriría una ingente inversión para asegurar la operación del mismo. Dada la situación financiera de PDVSA y el país, los cuales en conjunto tienen una deuda de más de doscientos mil millones de $, y la necesidad de resolver la crisis humanitaria existente en Venezuela, una opción para la recuperación del sistema nacional de refinación sería la búsqueda de un esquema de arrendamiento/ leasing de las refinerías, manteniendo las instalaciones en propiedad de PDVSA y que el operador sea compensado por sus costos de operación e inversión con una ganancia acordada entre las partes. La propiedad del crudo y los productos resultantes podrían ser propiedad de PDVSA y/o otros productores de crudo, que tomarían el riesgo del mercado o el operador podría adquirir el crudo a procesar y tomar el riesgo de mercado en la comercialización de los productos.

Otro esquema sería un tipo de asociacion llamada Joint venture con empresas productoras de crudo instaladas en el país, tal y como se realizó con las asociaciones estratégicas de la faja. La venta de las instalaciones, dado el estado de las mismas, significaría una gran pérdida para la nación.

Es importante hacer notar que, hasta no recuperar el sistema de refinación, el país tendrá que estar importando productos derivados para poder cubrir las necesidades del mercado local

El futuro de la industria de la refinación plantea el reto de nuevas inversiones para integrarse con la petroquímica, de forma de atender a un mercado en crecimiento como el petroquímico, mientras que el mercado de combustibles fósiles ira decreciendo en el tiempo, debido al proceso de transición energética, incorporando cada vez más energía renovable, a objeto reducir las emisiones de gases de efecto invernadero ocasionadores del cambio climático.