Chávez como presidente y Maduro como canciller autorizaron a Guyana a explotar nuestro Esequibo. La responsabilidad de lo que pasa es enteramente de sus gobiernos

No logran reponerse del efecto demoledor de las primarias y como toda dictadura recurren a enemigos externos para desviar la atención.

Abrieron muchos frentes perjudiciales, fracasó el referéndum y a Venezuela no le queda sino preparar con gente especializada y responsable la defensa de sus intereses porque el veredicto de la Corte Internacional de Justicia es inapelable. Y aún hay tiempo.

En nuestra historia republicana nunca hemos tenido guerras con países hermanos, y aún en las actuales circunstancias no veo a nuestra fuerza armada asistiendo a un conflicto bélico por un tema que los civiles estamos obligados a solucionar pacíficamente.

Entrevista de Macky Arenas

1.- Fue precisamente a partir de la presidencia de Hugo Chávez que la posición de Venezuela frente a Guyana se debilitó. Súbitamente se convoca un referendo que ha sido calificado por los expertos como perjudicial para los derechos de Venezuela sobre el territorio. ¿Qué explicación le encuentra a esto? ¿Qué busca el régimen de Maduro abriendo otros frentes y fuentes de tensión?

El gobierno de Maduro, ante el efecto demoledor de las votaciones primarias, que sin CNE ni plan república resultaron un total éxito, necesita como toda dictadura recurrir a la búsqueda del enemigo externo para desviar la atención. Y eso es precisamente lo que pretenden hacer con el tema del Esequibo. Quedaron descolocados con el triunfo de María Corina Machado y ahora les resulta imposible desviar la atención sobre la gigantesca expectativa de cambio que se ha fortalecido en el país.

2._ Siendo el Acuerdo de Ginebra la vía a seguir en las negociaciones en torno al Esequibo, ¿qué repercusiones tiene, sobre la vigencia de ese acuerdo, el referéndum consultivo convocado por el gobierno y el desconocimiento de la Corte Internacional de Justicia como la instancia competente para decidir la controversia?

El Acuerdo de Ginebra suscrito el 17 de febrero de 1966 durante el gobierno del presidente Raúl Leoni ha sido reconocido como un histórico logro de la diplomacia venezolana en nuestra reclamación sobre el territorio Esequibo, que como todos sabemos formaba parte de la Capitanía General de Venezuela y pasó a ser de la república al consolidarse nuestra independencia de España. Y así lo fue hasta que el Laudo Arbitral de París de 1899 le entregó indebidamente a la Gran Bretaña sus más de 150.000 kilómetros cuadrados de tierra firme, y las áreas marítimas en donde se encuentran grandes acumulaciones petroleras hoy en explotación.

El Acuerdo lo integraron Venezuela y el Reino Unido junto a su colonia la Guayana Británica, entonces próxima a independizarse, y quedó establecido finalmente como mecanismo permanente de consulta bilateral de Venezuela y la República Cooperativa de Guyana para encontrar mecanismos de solución amigable a la controversia.

Pero la realidad es que 52 años después los mecanismos de diálogo no han dado resultados y por ello el secretario general de la ONU Antonio Gutérres refirió el caso a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, por lo que Venezuela debe asistir con firmeza y convicción a esa instancia contando con los convincentes y poderosos argumentos que posee.

En cambio, el fracasado referéndum consultivo y su absurda y agresiva confrontación nos han hecho mucho daño y nos han desviado del camino de sensatez que Venezuela demostró tradicionalmente en su justa reclamación, transitando ese camino con base a las opciones pacíficas del Acuerdo de Ginebra.

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3._ ¿Qué debió hacer Venezuela en esta etapa del proceso y ante la arremetida de Guyana que logró apoyos poderosos para explotar un territorio que está en reclamación?

_ Dos cosas. Solicitar medidas preliminares para evitar que Guyana otorgara concesiones petroleras en la plataforma continental, donde actualmente hay explotaciones; luego, constituir un equipo de trabajo multidisciplinario, con los venezolanos más preparados en el tema, para ir a la Corte a defender el caso venezolano.

Hay suficientes argumentos que nos favorecen en todos los órdenes;lamentablemente, el gobierno ha preferido el camino de la diatriba, lo cual no nos llevará a nada bueno.

4._ Se denuncian amenazas cruzadas y presiones de toda clase hasta sentenciar que la no participación en el referéndum equivalía a traicionar la patria. De hecho, destacados voceros de la vida pública -insospechables de simpatías con el régimen- invitaron a votar porque “no hay interés personal o parcial por encima del nacional”. ¿Qué le sugiere esto?

Los venezolanos estamos hartos frente a un régimen que utiliza todos los mecanismos a su alcance para presionar a los ciudadanos y para distorsionar los resultados de las consultas populares. No en balde dice el doctor Allan Brewer Carías que ese referéndum “es errado, inconstitucional, inútil, inconveniente, inoportuno, irresponsable, y contrario a los intereses del país”. Yo opino igual, todos esos calificativos son válidos. Ese referéndum debilitó nuestra postura ante la Corte Internacional de Justicia, sin que aportase nada positivo a la causa venezolana. No nos queda sino preparar, de manera muy responsable la defensa de nuestros intereses con gente especializada, con venezolanos, pero también con expertos internacionales que sepan lo que están haciendo.

5.- Justamente, en los países que tienen controversias limítrofes con sus vecinos, los gobiernos, independientemente de los conflictos políticos internos, intentan unificar a la nación en función del interés común y superior de la soberanía y de la integridad territorial. En este caso, por el contrario, el tema del Esequibo se agita como una bandera interna de confrontación. ¿Qué busca el régimen con esa actitud?

_ Cualquier gobierno sensato, que vele por los intereses del país, consultaría a los mejores, contaría con los competentes. Fíjate por ejemplo cómo La Academia de Ciencias Políticas y Sociales ha hecho un magnífico trabajo produciendo un documento de más de 700 páginas, donde se revisan con gran detenimiento todas las aristas de este problema, desde la historia y hasta nuestros días.

Nos sobran los argumentos para defender nuestra postura con muchas posibilidades de éxito. Pero el gobierno anda en otra tónica, busca un enfrentamiento y hace de esto un problema político interno, cuando no lo es. De manera que ha sido un proceso muy mal manejado en estas fatídicas décadas de comunismo cubanófilo.

Hasta que llegó este régimen el tema del Esequibo se manejó con serenidad, patriotismo y sentido de continuidad en la permanente ratificación de nuestros argumentos, ahora es urgente volver a esos rumbos o perderemos definitivamente ese pedazo de Venezuela que siempre ha sido nuestro. Y al hacer estas reflexiones es necesario recordar las imprudentes declaraciones de Chávez en 2004 cuando proclamaba que Venezuela no se oponía a ninguna acción de Guyana en el territorio en reclamación “siempre y cuando beneficien al pueblo guyanés”. Por supuesto los guyaneses tomaron aquello como una dejación por parte de Venezuela de sus reclamos, y los resultados de aquella metida de pata pesan negativamente y producen estos resultados.

Por ello, lo cierto, lo único cierto, es que a partir de esa irresponsable afirmación que respondía a los dictados de Fidel Castro, quien siempre respaldó la posición de Guyana en la controversia contra nuestro país, tanto Chávez como presidente y Nicolás Maduro como su canciller, autorizaron a Guyana a explotar nuestro Esequibo. Por lo tanto la responsabilidad por lo que pase es enteramente de sus gobiernos.

6.- Más concretamente, imaginando algunos objetivos que podrían estar detrás de esta decisión del régimen asoman -además de aminorar el fuerte impacto de las primarias- crear una crisis capaz de evitar las elecciones del 2024 o montar el escenario desde donde perseguir, inhabilitar o exiliar más opositores con la excusa de traicionar a la patria. ¿Cuál de ellos le cuadra, o todos juntos?

_ De acuerdo a lo visto, se acosará y perseguirá a unos, se despedirá a otros, y probablemente estemos ante una nueva “lista Tascón”, pero apreciando la situación en que se encuentra nuestro país, agudizándose aún más la crisis humanitaria severa y aumentando el rechazo al gobierno en una magnitud nunca vista en nuestra historia, preguntémonos hasta qué niveles puede soportar una sociedad tal grado de desesperanza, de ingobernabilidad, de falta de libertades y de anarquía.

7.- Entonces ¿Cuáles efectos se producirían sobre Venezuela mientras se mantenga una línea de conflictividad que pudiera conducirnos a un enfrentamiento bélico, en medio de la grave situación política, económica y social del país, aunada a la deplorable imagen internacional del régimen?

_ Del enfrentamiento no conseguiremos nada bueno para Venezuela. El régimen se ha enfrentado a Guyana y a su presidente con epítetos injuriosos y desconsiderados, como haberlo llamado pelele de la Exxon, se ha peleado con la Comunidad del Caribe y con la Corte Internacional de Justicia que decidirá el destino del territorio en reclamación. Y evidentemente de llevar esto al extremo de un enfrentamiento armado pudiéramos terminar en una tragedia de consecuencias impredecibles. Pero Venezuela en su historia republicana nunca ha tenido guerras con países hermanos, y aún en las actuales circunstancias no veo a nuestra fuerza armada en la disposición de asistir a un conflicto bélico por un tema que los civiles estamos obligados a solucionar pacíficamente.

8.- ¿Qué salida le ve usted ante un gobierno que se “autoacorrala” mientras las petroleras internacionales y los países del Caricom parecieran decididos a presionar a favor de un vecino que está dispuesto a ir a la Corte Internacional de Justicia?

_ De nuevo, resulta inconcebible lo que el gobierno está haciendo con tantos frentes de batalla simultáneos mientras Guyana ha venido avanzando en el otorgamiento de concesiones petroleras al demarcar tres grandes bloques en la zona en reclamación. Uno de ellos penetra en la plataforma continental venezolana con lo cual prácticamente le cierra a Venezuela su salida a la fachada atlántica del Delta del Orinoco. Del 2006-07 la Exxon comenzó a estudiar el territorio de la plataforma continental de la zona en reclamación. No hizo perforaciones, pero sí evaluaciones sobre el trabajo realizado en el área. A partir del 2012 tienen concesiones, al punto de que solo en el caso de Exxon ha descubierto 11.000 millones de barriles de petróleo y ha perforado más de 20 pozos de 4 plataformas en la zona en reclamación, con lo que produce 400.000 barriles por día. Se estima que para fines del año entrante están produciendo 750.000 barriles y para el año 2027 lleguen a 1.200.000 barriles. Y las reservas totales de Guyana están en 13.000 millones.

No tengo la menor duda de que Guyana tiene un gran horizonte petrolero. Diría que es comparable a la Venezuela de los años 40. Es un territorio pequeño, con poca población y con un potencial muy grande, no sólo en la zona en reclamación, sino también en la que corresponde a su fachada natural, lo que era la antigua Guayana Británica. Tiene muchas posibilidades de desarrollo y, como si fuera poco, han establecido acuerdos militares de cooperación con los Estados Unidos y se sabe por el gobierno que se establecerá allí una base militar norteamericana. Tiene buen entendimiento con el Brasil de Lula.

Todo esto quiere decir que Venezuela se ha debilitado frente a Guyana y el gobierno se empeña en no tener salida, su pésimo desarrollo antidemocrático le aísla del mundo y hasta de muchos de sus aliados del Foro de Sao Paulo, y Cuba no dice ni pío, porque hace tiempo tiene estrechas relaciones con los guyaneses, desde hace muchos años, antes de que Chávez llegara al poder.