MILOS ALCALAY

 

Cuenta una anécdota sobre Konrad Adenauer que en una ocasión fue abordado por un joven dirigente latinoamericano quien le preguntó sobre el futuro de la división entre Alemania del Este y Alemania Occidental, el sabio político le respondió “si lo que nosotros proponemos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través de la democracia, la libertad, la participación del sector privado, resulta acertada, y este modelo le da la respuesta a los sueños de los alemanes, con el tiempo, los alemanes orientales se sentirán obligados a compartir nuestros ideales. Si por el contrario, la solución comunista, da una mejor respuesta a las necesidades humanas, los alemanes occidentales se sumarán a los orientales.”

El tiempo le dio la razón al viejo político alemán. La caída del Muro de Berlín y la consolidación de una sola República Federal Alemana unificada trajo consigo, al mundo libre, a los países de Europa del Este, que terminaron identificados con el rumbo de integración política, económica, social y militar de la Europa Comunitaria.

El milagro europeo comenzó paso a paso, para responder a la amenaza de la post-guerra, en la que ya se sentían los alcances destructivos de la Guerra Fría. Los tímidos pasos para consolidar inicialmente la Comunidad del Carbón y del Acero sumó a naciones devastadas por la II Guerra Mundial. Países como Italia, Alemania y los miembros del Benelux construyeron un modelo integrador que fue tan exitoso que pronto fue sumando nuevos socios para construir una Comunidad Económica Europea y finalmente, con el tiempo, otros países europeos fueron sumándose como nuevos socios en la epopeya de construir la Unión Europea. El esquema que comenzó siendo económico, pronto se convirtió en un modelo mucho más amplio basado en una sociedad multicultural política e ideológica en el que no podía estar ausente el tema de la defensa de Europa; por ello se crearon instituciones militares europeas en una alianza que optó por asegurar la defensa de la parte occidental del viejo mundo junto a los aliados del otro lado del Atlántico Norte – Estados Unidos y Canadá – creando la Organización del Atlántico Norte (OTAN).

El Bloque Europeo Comunista, que se instauró bajo la dominación de la URSS, se vio obligado a responder como contrapartida creando las bases de la defensa militar para proteger el modelo comunista, a través de una alianza acordada, el Pacto de Varsovia.

Pronto ambos bloques sintieron presiones de ruptura interna. La atracción de la libertad en Hungría y Checoslovaquia buscando sumarse al modelo occidental, fue aplastada por los tanques soviéticos.

A su vez, los movimientos de independencia como los de Indochina o Argelia que enfrentaban al poder colonial, fueron estimulados con recursos y apoyos de las alianzas anti capitalistas del Bloque del Este.

Con la caída del muro de Berlín, se produjo el avance de la democratización en países de Europa Central y del Este miembros del Pacto de Varsovia. Todos ellos, sin excepción, paulatinamente se identificaron con la Integración Europea, y también en dejar sin efecto el Pacto de Varsovia, para incorporarse a la alianza militar occidental, solicitando su afiliación a la OTAN.

El gran aporte de Mihail Gorbachov a través de la Glasnost y de la Perestroika, fueron parte de las razones fundamentales de la apertura a la transformación de la realidad que acabó con la dominación de Moscú. La propuesta de Gorbachov de construir una Casa Común Europea, que apuntaba a una nueva arquitectura continental, lamentablemente no fue aceptada ni en Occidente ni en Moscú.

Una de las trágicas consecuencias al negarse a integrar a Rusia a Europa, es que le abrió las puertas para que ocupara el Poder el Teniente Coronel Vladimir Putin, que puso su experiencia de 19 años como miembro de la KGB para impedir que el modelo de Europa Central y del Este se repitiera también en las antiguas Repúblicas Socialistas Soviéticas, y que éstas últimas tratasen de copiar la ruta de la antigua Europa Oriental. La Guerra contra Ucrania, es la más feroz respuesta a la voluntad de ponerle fin a tentaciones similares que ya antes habían surgido en Georgia, Crimea, Chechenia, Azerbaiyán o Moldavia, entre otras repúblicas.

Para mantener la mezcla de dictadura con inspiraciones híbridas del pasado soviético y zarista-, el régimen ha procuradoblindarse con nuevos socios militares como China, Mongolia, Corea del Norte, Irán y otros países del Medio Oriente, creando una enorme incertidumbre, ya que en su desenfrenada ambición expansionista, el mandatario ruso ha amenazado inclusive con el uso de la fuerza nuclear. Todo ello ha generado una enorme preocupación en el Mundo. Ojala no nos arrastre a una III Guerra Mundial.